He aquí Antígona, la inmortal obra de Sófocles, escrita en una losa de mármol y expuesta a la intemperie, mostrando sus caracteres ya desvaídos tras dos mil quinientos años soportando las inclemencias de la erosión, de los vendavales y del seco sol de Grecia. Y he aquí, también, según la mirada y las palabras de Chema Trujillo, “el espectáculo público que nos ofrecen algunas mujeres contemporáneas, actuales, pero que abjuran del feminismo, la igualdad de oportunidades y la justicia más básica”. Y eso nos llevó a pensar en Antígona, íntegra, formada y férrea en sus valores supuestamente nobles y eternos por encima de ideologías. ¡Una mujer antigua!, lo que propicia el juego de palabras del título de Antíguona, la obra que ayer se estrenó en el Teatro Arriaga en la primera función de 2025.
Es la nueva producción de la compañía vizcaina Arimaktore Teatro (su sede homónima está ubicada en Barakaldo...) quienes se autodefinen como “kamikazes del teatro”. El texto y la dirección ha corrido a cargo del propio Chema Trujillo y las intérpretes son Leire Olaran, Aratxo Angulo, Alfonso Díez, Sara Barroeta y Eneritz García. La encargada del diseño de iluminación es Arantza Heredia y del diseño de vestuario, Soledad Carril. La ayudante de dirección es la propia actriz Eneritz García y el productor ejecutivo, Braulio Cortés.
Según puntualizan los impulsores de la obra Antíguona se desarrolla en Tebas, cuando triunfa en las elecciones un partido de una ideología “que huele a antiguo y a valores religiosos exacerbados”. Será entonces cuando Antígona aproveche para intentar convencer a las mujeres de Tebas de que dejen de ser feministas y sean como ella: simplemente femeninas. No desvelemos más. Dejémoslo en que estamos hablando del papel de la mujer miles de años atrás.
El estreno fue una llamada al encuentro por contraste de dos mundos bien diferentes, un juego de espejos deformados. A la cita no faltaron el todopoderoso hombre de teatro y actor Ramón Barea, la actriz Karmele Larrinaga, la actriz Nati Ortiz de Zarate, Toni Fernández; el poeta Fernando Zamora, quien acaba de presentar su último libro, Derio en mi corazón, acompañado por la rapsoda Mari Carmen Pérez, María Ruiz, muy ligada a la gente del teatro y a la espera de su segundo hijo; Olga Sáez, periodista de tralla en DEIA, Blas Bermúdez, Iñaki Sarasua, Eva Magraz, Daniel Iturriaga, el dramaturgo David Barbero, Patricia Olarreaga, Asier Gabilondo, María Jesús Ruiz, Maitena Rodríguez, Ana Legido, Nerea Barañano, Trini Legido, Naiara Olaran, hermana de la actriz Leire Olaran, y la madre de ambas, Jaione Laraudogoitia. La expectación corría por las venas de quienes acudieron a la cita.
Del mundo del teatro llegaron, además de las gentes ya citadas, Vicky González, Vanesa Piñeiro y Joana Soares entre otras mujeres de tablas; Anuska Iglesias, Manoli López, Idoia Carramiñana y Aridane Azkunaga, Elena Gorostiaga, Asier Martín; el grupo formado por Marian Rodríguez, Pilar García, Blanca García, Maribel Rendo y Encar García; la familia compuesta por Noelia Santamaría, Celeste Artavia, María Ángeles Artavia, Ariana Artavia y Gustavo Artavia; Izaskun Bengoetxea, Idoia Agirre, Matxalen Muguruza, Blanca Artexe, Josune Etxebarria, Nagore San Martín, María Ángeles Hernández, Goizalde Aranguren, Nekane Arrieta, María José Bilbao, Miren Segovia, María Luisa González, Arantza Barredo, Jon Sustatxa, Carmen Elosegi, Cristina Marañón, Daniel Solano, Mikel Arriaga, Maite Eskauriaza, Ane Garai y un buen número de hombres y mujeres que no faltaron a una cita en la que se vivió, como bien dice el programa de web colgado por el propio Teatro Arriaga, “una degradación profunda de la historia original... que acaba pareciendo una farsa”.