Los grados de la experiencia

La experiencia es un grado, dice una voz popular. Y hay gente perita y versada en los conocimientos sobre la graduación alcohólica: los inmortales txikiteros. Empecemos por ellos. Todo se remonta a la visita de la reina Victoria Eugenia a la villa en 1920 para ser testigo de las regatas. Para esta ocasión, decidieron colocar cientos de farolillos para iluminar mejor las calles. Una vez la reina se marchó, ¿qué podían hacer con tantos recipientes? La mejor respuesta, como bien sabrán, se encuentra en una botella de vino. Ahí nace el vaso de culo gordo.

El 11 de octubre, día de la Amatxu de Begoña, los txikiteros celebran su día, el Txikitero Eguna. La idea la instituyó en 1964 el añorado Don Epi (Epifanio Mezo, a la sazón párroco de la Basílica Catedral del Señor Santiago y buen txikitero, para más señas...) con el propósito de dedicar un recuerdo anual a los txikiteros fallecidos. El Palacio Yhon del Casco Viejo, cara a cara con la hucha del txikitero que acompaña a un icono de la Amatxu, acaba de inaugurar una exposición del 60 aniversario. La inauguración contó con la actuación de la Coral de San Ignacio y el acto fue presentado por Lander Otaola.

Seamos más concisos. Txikitero Artean, el colectivo organizador, inició esta Txikiteroen Festa de una manera novedosa, con el acto inaugural de la exposición 60 aniversario, cumplido el año pasado. La muestra, abierta al público en el Edificio La Bolsa del Casco Viejo (ya les dije, el palacio Yhon...), recoge, a través de paneles explicativos y fotografías, la cultura e historia del txikiteo a través de, entre otros, la Amatxu y el barrio de Begoña, los txakolis de Bilbao, el vaso del culo gordo y su historia, la fiesta del 11 de octubre, caricaturas de Asier Sanz y Javier Gamboa, dos hombres de DEIA, o los cantos y las típicas bilbainadas.

“Cuando hablemos de Bilbao, tengamos siempre presentes...”, ya saben. Bien. Digamos que en la puesta de largo, que ayer se amplió con una visita teatralizada con los actores Mitxel Santamarina e Iñaki Maruri, en la que se llevó a los participantes por el mundo del txikiteo a través de la Plaza Santiago o el Portal de Zamudio y otros espacios húmedos, si me lo permiten decir así. Digamos que a la inauguración acudieron el presidente de la Asociación de Comerciantes de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, Miguel Ángel Guantes; el presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Luis Arbiol; la teniente alcalde de Bilbao, Amaia Arregi; la embajadora de Bizkaiko Txakolina; Maider Zaldunbide; el presidente de BilbaoHistoriko, Borja Elorza, Susana Alaguero, Beatriz Marcos, Itziar Urtasun, Rafael Gardezabal, presidente de Bilbaodendak, Begoña Elexpe, Garazi Perea, Moisés San Pelayo, Marta Erdoinza, Boni García, Edurne Santiago, Amaya Díaz Emparanza, Begoña Castaño, Xabier Jiménez y Esteban Goti entre otra buena gente, mucha de ella amante del buen pimplar.

Ayer hubo, además, otra celebración más académica, si es que me lo permiten decir así. Bizkaia Aretoa acogió, con intensidad y melancolía, la celebración de las bodas de plata (los 25 años de vida, digámoslo sin rodeos...) de las Aulas de la Experiencia de la UPV/EHU. El acto estuvo presidido por la rectora Eva Ferreira García, y contó con la presencia del consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, el concejal delegado de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público de Bilbao, Asier Abaunza, y la directora de la Obra Social de BBK Nora Sarasola entre otros. El acto contó con la proyección de un vídeo en el que se explicó qué es y cómo se creó la Aula de la Experiencia de Bizkaia. Además, hubo actuaciones musicales, danza y teatro y la ceremonia concluyó con la actuación del coro de las Aulas de la Experiencia, toda una experiencia.