En Aste Nagusia no hay un día sin premio, reconocimiento o galardón. Y siempre merecidos. Ayer, entre la hora del vermú y la del café torero, la asociación empresarial Bilbao Centro entregó sus Indispensable de Bilbao. Hay que ser realmente grande para que te consideren indispensable en la villa de Don Diego. Esta ciudad no es como el pueblo de Amanece que no es poco, en la que gritaban al alcalde: “Todos somos contingentes, pero tu eres necesario”. O sea, indispensable. Quia. En Bilbao la cosa va al revés. Los hay contingentes, pero se pueden contar con los dedos de una mano. Por eso mismo, resulta complicado que a alguien le reconozcan la indispensabilidad. Pues las cuatro personas premiadas ayer sin duda lo merecen. El chef Daniel García, alma mater y cucharón sabio del legendario Zortziko, pionero por aquí en lo de lucir estrellas Michelin en la puerta. Iñaki Uranga, miembro de la más grande estirpe de cantantes pop en muchos kilómetros a la redonda; la concejala de fiestas, Itziar Urtasun, que ya es casi de la familia de Marijaia y que, entre otras muchas iniciativas, impulsó el exitoso Txikigune; y el multifacético Borja Elorza en su perfil de productor teatral, que arma una comedia para cada semana de fiestas. Lo dicho, indispensables como poco.

El acto se desarrolló a cielo abierto, en medio de la calle Indautxu. Y, antes y después, tocaron esa mezcla de orfeón, banda tributo y tuna electrificada que son los Bilbotxeros. Suenan tan bien y se aprecia que ellos mismos disfrutan tanto, que el personal se arremolina alrededor, canta, baila y celebra casi automáticamente. La calle se llenó. “Ya era hora de que en la zona de Indautxu tuviéramos ambiente en Aste Nagusia”, se congratuló Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro. Y tenía razón, parecía una txosna, muy animada y con música en vivo.

Además, el evento contó con una nutrida representación de la corporación municipal formada por Amaia Arregi, Asier Abaunza, Itsaso Erroteta, Juan Ibarretxe, María del Río, Nora Abete, Eider Bilbao y Yolanda Díaz, a quien un desafortunado esguince obliga a recurrir a una muleta.

Como es natural, estaba el presidente de Bilbao Centro, Adolfo Lorente. Y también el de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal; y la de Euskomer, Julia Diéguez, a quien acompañaba su marido, Julio Aristín. Se acercaron el actor y escritor Txemi Parra; el coordinador general de delegados del fútbol base del Athletic, José Angel Pereda; el fotógrafo Enrique Moreno Esquivel; el hombre de marketing, José Félix Ugalde; y la abogada María Urcelay.

El meneo generado por los Bilbotxeros iba absorbiendo a las cuadrillas que pasaban por Gordóniz. Era como si la entrada a la calle Indautxu tuviera peralte en caída. Dirigidos por Jon Álvarez, con la incansable animación de José Angel Medina presentando los temas, hilando chistes y desgranando anécdotas y las voces de, entre otros, Oscar Díaz, Jon López, Juanjo Díez, Iñaki Balea o David Fernández, que contaba entre el público con su esposa Araceli Heras y su hija Paula. Aplaudían asimismo el presidente del combo, Eukeni Acebal y la botxoroad-manager, Lorena Corral.

Curiosamente, abundaban profesionales de la música entre la concurrencia. Caso de la violinista bilbaina Irune Urruchurtu y su marido, el violonchelista peruano Benjamín Otoya, que viajan desde San Lorenzo de El Escorial todos los años para disfrutar de Aste Nagusia. O los integrantes del dúo Armonía Dos, Mileidi Martínez y Jorge Esteban. Y también Hugo Allende, de la banda bilbaina Mi Hermana Corina, que se encontraba con el exteclista Javier Etxebarria y más amigos, como Billy Suárez, Pablo Cardenal, Elías Sánchez y Jon Toribio. Y, por supuesto, el rockero Jon Zuazola, frontman y líder de la banda ZUA. Zuriñe Arranz y Raquel Casas se declararon “superfans de los Bilbotxeros”, igual que las hermanas Arantza y Ana Camarena o Edurne García, Jone Unzueta, Amaia Retolaza, Carmen Basagoiti, Isabel Pena y Eguzkiñe Otegi. Se lo pasaron en grande en lo que se puede definir como la txosna de Indautxu, Mariví Riol, Beatriz Marcos, Josune Pascual, Txema Letona, Mari Carmen López, Mari Cruz Urcelay, Asun Vallejo o Laura y Elena Muñana.

Hasta el exfutbolista y entrenador Gaizka Garitano, junto a un grupo de amigos, se dejó llevar por el efecto Hamelín de los Bilbotxeros.