Marijaia aguarda sonriente el txupin y el pregón de Aste Nagusia subida en un tarima del foyer del Teatro Arriaga, de espaldas a las escaleras, mirando hacia la plaza. Parece igual de expectante y nerviosa que el resto de Bilbao. Una sensación similar a cuando alguien de la familia va a dar a luz. Tensión y ganas de descorchar una botella, todo a la vez.
Antes de las seis de la tarde, a falta de más de una hora para el momentazo, escaso personal pululaba alrededor de la reina de la fiesta. Tecnicos de radios y televisiones ultimando las conexiones, plumillas con aire despistado, la intérprete de signos ensayando, profesionales repasando escaletas, algún fotógrafo. A medida que se va acercando la hora, empieza el hormigueo. Las personalidades se arraciman en el atestado atrio del teatro. Suenan el txistu y el tamboril que tocan txistularis vestidos de gala. Parece que ya llega el alcalde. Aurresku de honor a cargo de Igor y Olatz Zabala, siempre pulcro, siempre exacto.
Se rompen filas y la comitiva se lanza escaleras arrriba. Marijaia los escucha llegar pero disimula. Discursos. Agradecimientos. La consejal Itziar Urtasun pone el pañuelo al alcalde, Juan Mari Aburto. Ya no queda casi nada. Todo el mundo quiere sacarse fotos con Marijaia. Y con el alcalde, tan paciente como la reina de la fiesta. Se extienden las sonrisas y el cosquilleo. Los saludos y los abrazos. El “parece que no hace tanto calor como el año pasado” que se comenta siempre, pero que esta vez resulta cierto.
Ahora ya se pueden ceñir los pañuelos al cuello y empiezan a servirse refrigerios. Abrazos y saludos. El personal aguza el oído para escuchar el pregón que suena en el exterior. Y vuela el txupin. Gora Mariajaia. Y más abrazos.
En esas estaban en el txoko de la señora de Aste Nagusia, ediles como Gonzalo Olabarria, Kepa Odriozola, Amaia Arregi, Asier Abaunza, Itxaso Erroteta, Marta Ajuria, Kontxi Claver, Eider Inunziaga, Juan Ibarretxe, Nora Abete, Jon y Eider Bilbao, Ana Viñals, María del Río, Esther Martínez, Paula Garagalza, Ángel Rodrigo o Esteban Goti.
Asistió una importante representación institucional de la que formaban parte la vicelehendakari, Ibone Bengoetxea; el consejero Bingen Zupiria; la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otaduui; la diputada foral Lexuri Arrizabalaga; el director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta; o Jurdana Burgoa, de la consejería de Hacienda y Finanzas.
Acudieron la eurodiputada Oihane Agirregoitia; el portavoz en Juntas Generales del PSE, Goyo Zurro; el parlamentario de Bildu Ikoitz Arrese; Raquel González, presidenta del PP de Bizkaia; Alba García, de Sumar, o Iñigo Martínez, de IU; además de la presidenta del Bizkai Buru Batzar del PNV, Itxaso Atutxa.
Estuvo la presidenta del Bilbao Basket, Isabel Iturbe; y el del Universitario Bilbao Rugby, Aitor Jauregi; o la extriatleta Virginia Berasategi.
Se acercaron Javier Garcinuño, director de Bilbao Ekintza; el director general del Palacio Euskalduna, Iñigo Iturrate; el director de ETB, Unai Iparragirre; Eduardo Saiz Lekue y Javier Ruiz, socios fundadores de La Salve; Rafael Gardeazabal, presidente de Bilbao Dendak, con su esposa, Cristina Motta; Adolfo Lorente, presidente de Bilbao Centro, y el gerente de la misma asociación, Jorge Ayo; Luis Arbiol, presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, con la secretaria de la entidad, Janire Torvisco; Julia Diéguez, presidenta de Euskomer; Iñaki Alcubilla, presidente de Distrito 2, y Olga Irazu, presidenta de Hiru Auzo.
Estuvieron en el foyer el director artístico y el gerente del Arriaga, Calixto Bieito y José Ignacio Malaina; el responsable de Cultura de BBK, Koldo Bilbao; el coordinador de Bilbao Bizkaia Harro, Aratz Castro; la portavoz de Naizen, Bea Sever,la presentadora Adela González; el artista José Antonio Nielfa La Otxoa; o el cantante Iñaki Uranga; Abundaron las actrices y actores, Caso de Loli Astoreka, Itziar Lazkano, Sol Maguna, Jesús Cisneros, Javi Pereira, Mitxel Santamarina, Manu Vaqueiro, Iñaki Maruri o el santur-tziarra Javier Antón; buena parte del elenco de El fantasma de la ópera con Talia del Val, Gerónimo Rauch, Guido Balzaretti, Marta Pineda, Francisco Ortiz y Enrique del Portal, así como Alex Antúnez, de Al Fin del Camino, caracterizado como Divina Pedrea, que con su pelucaza rubia y un vestido ceñido, se daba un aire a Marijaia vestida para una fiesta chic.
Muchíma representación de las comparsas. De Moskotarrak, Iciar Puente y Olatz Esteban; de Txomin Barullo, Segitz Moreno y Raúl Navarro; de Gogorregi, Iñigo y Aitor Llona, Jon y Urtzi Bañales, Lourdes Viteri, Iratxe Reza, Elene Bilbao, el turinés Gabriele Sanna, Alvaro Herrero o Nagore Urueña; de Uribarri, Nerea Aranguren, Kike Busto, Itziar San Martín y Óscar Velázquez; de Algara, Jone Fernéndez; Aritz Zabala, de Kranba!; Gixane Ayarzagüena, de Pinpilinpauxa. Y muchas y muchos comparseros más.
Pasado el txupin, los históricos Luis Ángel Castresana, José Mari Amantes y Marino Montero charlaban sobre “cuando comenzó todo esto hace cuarenta y tantos años”.
