Difícilmente olvidará Txinparta este agosto de 2024. La joven comparsa feminista, tras superar el período de prueba del año pasado, en el que colaboró en las actividades de Aste Nagusia pero sin disponer de un espacio propio en el recinto festivo, lo ha estrenado al fin este sábado. Y, por deferencia a esa circunstancia, ha tenido el honor de ser la primera en recibir a Marijaia después de que esta saliera del Teatro Arriaga y, por tanto, la primera txosna de las 27 en abrir su barra al público.
Ha sido esta jornada inaugural de fiestas un día intenso, no exento de cierta tensión. No en vano, hasta pocas horas antes de que Nagore Ugarte lanzara el txupin, algunos trámites burocráticos de ultimísima hora traían de cabeza a un buen número de comparsas para poder abrir sus txosnas. En Txinparta, además, la emoción estaba a flor de pie. Parte de sus 150 integrantes se reunían en el interior de su txosna y escuchaban abrazadas el pregón de Itziar Ituño y explotaban de júbilo cuando el txupin de inicio de fiestas explotaba en el cielo bilbaino. "Estamos con muchas ganas, con mucha energía positiva", reconocía Itsaso, comparsera del colectivo feminista.
El primer recibimiento a Marijaia, como desde hace ya 27 años portada en este paseillo inaugural por los integrantes de Abante, se produjo en la misma plaza del Arriaga. Allí, representantes de las diferentes comparsas le tributaron un multitudinario aurresku, que fue rematado con una alegre cadeneta encabezada por la txupinera, aún muy emocionada, y la pregonera al son del Ikusi Mendizaleak.
Acto seguido, la comitiva festiva se acercaba a la txosna de Txinparta, donde Nagore Ugarte encendía otra volandera, la que prendía la chispa del jolgorio, hacía sonar a todo trapo la canción de Marijaia y abría los grifos de cerveza y kalimotxo, para deleite de quienes, en un número importante, habían tomado posiciones hacía ya un tiempo a la espera de que se diera el banderazo de salida.
Sin solución de continuidad, la llamarada del bullicio se trasladaba a la contigua txosna de Askapeña, donde sus comparseros saludaban a Mariaja, la txupinera y la pregonera subidos de pie sobre la barra. Mila, miembro del colectivo internacionalista, se felicitaba de que este año habían concluido el montaje con menos apuros que en ediciones anteriores. Y, acto seguido, empezaban a servir los cerca de 9.000 litros de cerveza y 1.100 de vino que esperan despachar de aquí al domingo 25, en base a lo consumido el año anterior.
La comitiva se introducía en el triángulo formado por Kaixo, Paya y Kaskagorri, donde se ejecutó otro aurresku de honor y un singular baile de la Kaxarranka al ritmo del tema Libre Palestina, con la dantzari portando un banderín con la ikurriña y la enseña palestina en cada una de sus caras.
Encabezada por la fanfarria Sama Siku de Santutxu, Marijaia, Ituño, Ugarte y su séquito de comparseros completaban el periplo txosnero por la zona del Arenal hasta Txomin Barullo, donde daban media vuelta para concluir el desfile en Algara con el lunch de rigor.