AGAMOS unos juegos malabares con la imaginación y la memoria y tomemos del brazo a la protagonista del día, Lucía Yarza, para dar con ella un garbeo en el paseo que desde hace ahora un año lleva su nombre. Todo tuvo un porqué. Cervezas La Salve cuenta desde hace doce meses con un paseo en Bilbao dedicado a su fundadora, la emprendedora Lucía. Esta ocasión, la del primer aniversario de la placa que lleva su nombre, no podía pasar desapercibida y, por ello, los responsables de la cervecera, acompañados de amigos y colaboradores, celebraron ayer un pequeño acto conmemorativo con ofrenda floral bajo la placa del paseo ubicado en el barrio bilbaino de Uribarri.

La emprendedora bilbaina estuvo al frente de la histórica fábrica de cervezas a comienzos del siglo XX, y el paseo que hoy reluce con su nombre se ubica ahora en las inmediaciones de la primera fábrica que la cervecera tuvo en la villa. Permítanme la indiscreción, ahora que nos oye. En el Bilbao de los dimes y diretes que también los hubo y los hay, se cuenta que los hermanos Pérez Yarza ganaron una fábrica de cerveza en una partida de cartas, pero la realidad fue que la viuda de José Schumann, fundador de la fábrica, decidió una venta rápida a la muerte de su esposo, eso sí, quizás motivada por las deudas contraídas por su difunto marido. En 1911 la pequeña empresa cervecera cambió de nombre para llamarse Fábrica de Cervezas La Salve, coincidiendo con el cambio de propietarios. Todo pertenecía a un sociedad mercantil que regentaba en Bilbao numerosos negocios de alimentación y hostelería, entre ellos los cafés Boulevard y Arriaga, el Bar Carabanchel y el Hotel Excelsior. Francisco Pérez Pérez, avezado empresario, natural de Crevillente, en Alicante, se había casado en 1870 con la begoñesa Lucía Yarza., la protagonista del día, habida cuenta que para 1911, la familia Pérez Yarza, con Lucía al frente, había enviudado ya, adquirió la Fábrica de Cervezas La Salve, creada en 1886 por José Schumann en la Campa de La Salve y dotada desde 1897 de nuevas instalaciones en la ladera del monte Artxanda, en la confluencia entre las actuales calles Artatzamina y La Salve, sobre el antiguo arroyo de Artatzamina que discurría junto al manantial existente cerca del túnel del ferrocarril. Yarza asumió, junto a alguno de sus hijos, la gestión de los negocios durante casi quince años hasta que, en 1923, delegó esta responsabilidad en su hijo mayor, Francisco Pérez-Yarza, quien estuvo al frente de la misma hasta su cierre en 1978. Lucía Yarza no lo vio, ya que falleció en Bilbao el 3 de octubre de 1927.

Hace un año Bilbao recuperó su recuerdo con la creación del Paseo Lucía Yarza entre Grupo Montaño y el viaducto de avenida Maurice Ravel, en recuerdo de la emprendedora bilbaina de comienzos del siglo XX. El paseo tiene como eje principal las antiguas vías del ferrocarril de Bilbao a Lezama. Esta línea férrea ha sido recientemente desmantelada, gracias al proceso de transformación del corazón de barrio desarrollado por el Ayuntamiento de Bilbao en la zona conocida actualmente como La Pinza.

Ayer, como les dije, se conmemoró el primer aniversario. A la cita acudieron el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el nieto de Lucía, Gorka Pérez Yarza; Eduardo Saiz Lekue y Jon Ruiz Ibinarriaga, los socios propietarios del la actual fábrica de La Salve; el concejal Asier Abaunza, Jon Ander Egaña, gerente del Clúster de Alimentación; Yolanda Arteagoitia, Alex Urrutia, Amaia Aseginolaza Garmendia, Jorge Aio, de Bilbao Centro; Txema Franco, Asier López, Ramón de la Fuente, Cristina González Quevedo, Jaime Valdés, representante de Mahou-San Miguel; Virginia López y Aitor Bilbao, un buen puñado de amigos que no dejaron pasar la hora de la celebración con un ramo de flores y unas sentidas palabras en el recuerdo.

La Salve conmemora, con una ofrenda floral incluida, el primer aniversario de la inauguración del bilbaino Paseo Lucía Yarza

El acto estuvo presidido por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el nieto de la emprendedora que dio impulso a la cervecera