S una verdad como un templo: en una ópera, la poesía por fuerza ha de ser hija obediente de la música, tal y como dijo el genio de Mozart. Es curioso pero llama la atención: los tenores de ópera parecen algo más que tenores de ópera, sin que sean más que tenores de ópera. ¿Pensarán lo mismo en la Asociación Musical Internacional Andekazaleak, conformada por seguidores del tenor Andeka Gorrotxategi, algunos de los cuales fueron fervientes admiradores de la voz de Alfredo Kraus...? Quién sabe. Hoy siguen la huella de la ópera en todo su esplendor de la mano de una voz que pone son a la ópera vasca. Preside la Asociación José Antonio Azurmendi y su vocación por el bel canto es mayúscula. Recordemos que la gran voz entre las voces, la de Luciano Pavarotti, puntualizó, antes de irse, que la ópera tiene el gran poder de despertar las emociones. "Pero estas emociones deben estar previamente en el público, las personas las deben tener en cierta medida para que el espectáculo las haga surgir", matizó. Los hombres y mujeres que participan en la historia que hoy vengo a contar tienen ese don de la emoción corriéndoles por sus venas con fuerza.

Entremos en materia. A finales de 2019 -para más señas, el 30 de diciembre- el tenor vizcaino Andeka Gorrotxategi, acompañado de la soprano Ana Otxoa Pando, la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) y la Sociedad Coral de Bilbao, ofreció, en el Palacio Euskalduna de Bilbao, el concierto operístico íntegramente en euskera Alare! Grandes éxitos de la ópera vasca, bajo la dirección musical del maestro Óliver Díaz. Allí se recogieron piezas de Jesús Guridi, Alfredo Echave, Etienne Decrept, Charles Colin, del actor, poeta, letrista y bertsolari Pepe Artola, Ignacio Fernández Eleizgaray, José Power, José María Usandizaga, Buenaventura Zapirain, Toribio Alzaga, José Olaizola, José María Arroitajauregi y Elías Gorostidi, para que Andeka les diera voz y luz. Para ser puntilloso, diré que todo quedó registrado en el álbum Euskal operaren urrezko bristadak-Basque opera arias, grabado en directo en los conciertos ofrecidos en el Euskalduna y Muxikebarri, de Getxo, el ya citado 30 de diciembre de 2019 y el 4 de enero de 2020.

Hagamos una puntualización. La primera ópera vasca fue estrenada en Donostia. Fue Pudente, un título ambientado en las minas de Riotinto, en Huelva, y con los romanos hablando en euskera. El estreno se realizó en el Teatro Circo el 25 de febrero de 1884, durante el Carnaval donostiarra, y está basado en un texto de Serafín Baroja, padre del escritor Pío Baroja, y traductor al euskera de Shakespeare y Calderón, además de ingeniero de Minas. En cuanto al compositor, José Antonio Santesteban, natural de Donostia, fue amigo íntimo de Bizet durante su estancia en París, destacó como un gran pianista y organista, llegando a ser maestro de capilla en la basílica de Santiago, de Bilbao, y Santa María, de Donostia.

Disculpen las desviaciones. El álbum del que les hablo fue presentado ayer en el salón de actos del Centro Municipal Barrainkua, de Bilbao, en presencia de Aitziber Atorrasagasti, directora de Promoción de la Cultura del Gobierno vasco; Begoña de Ibarra, directora general de Cultura de la Diputación Foral; Teresa Madariaga, presidenta de Ingeteam; Eduardo Giménez, Walter Tuzzeo, Araceli Pascual, Txus Casado, José Miguel Vergara, Nora Franco, Rosa Suárez, Txaro Azurmendi, Jon Olaskoaga, Patxo Uribarri, José María Sagarna, José Miguel Balzola, Rosaura López y Juan Mari Alegría. Todos ellos disfrutaron de lo lindo con el recuerdo de los dos conciertos citados con antelación y con la puesta de largo de un disco que defiende la memoria de la ópera vasca que se agiganta en la voz de Andeka Gorrotxategi y el corazón de quienes la sienten como su propia música y que ayer se acercaron para el aplauso.

La asociación Andekazaleak presentó en Barrainkua el álbum 'Euskal operaren urrezko bristadak-Basque opera arias'

El disco, grabado con la voz de Andeka Gorrotxategi, recoge los conciertos del tenor en el Euskalduna y en Muxikebarri de Getxo