La crisis generada por la pandemia del coronavirus ha supuesto un serio revés para las miles de personas productoras del primer sector de Bizkaia. El cierre de la gran mayoría de los mercados semanales y las ferias de los diferentes puntos del territorio, e incluso de la Comunidad Autónoma, ha provocado una importante caída en los ingresos de los y las baserritarras que no han podido dar salida a su producción. Afortunadamente, tras cerca de 50 días de estado de alarma y cuarentena, los ayuntamientos vizcainos van organizando y planeando la reapertura de sus mercados semanales, adaptando los mismos a las condiciones sanitarias necesarias para evitar el contagio del covid-19. Es el caso de Derio, cuya feria de los martes volvió a abrir sus puertas ayer.

Fueron varios los derioztarras que aprovecharon la soleada y calurosa mañana para adquirir productos alimenticios de gran calidad como frutas, verduras, lácteos y muchos otros tipos de comida. Todo ello, respetando la normativa impuesta por las autoridades sanitarias; promoviendo el uso del gel desinfectante, llevando un estricto control del aforo y de las entradas y salidas y, por último, respetando las distancias de seguridad entre los puestos. No obstante, la apertura de mercados como el de Derio son el principal motivo de alegría de las personas productoras durante estas semanas. "Han sido casi 50 días en los cuales no hemos podido vender prácticamente nada, por ello volver a tener los mercados semanales, aunque sea poco a poco, es muy importante para nuestro gremio", explicaba Antonio González, miembro de la productora José Campos, de Etxebarri. Tanto él como la gran mayoría de baserritarras que ayer participaron en el mercado de Derio no ocultaron su sorpresa e incomprensión acerca de la decisión de cerrar este tipo de espacio de compra y venta por parte de las diversas entidades.

"Nosotros vendemos productos de primera necesidad, al igual que los supermercados o las fruterías, pero no entendemos porqué ellos han podido seguir abiertos y nosotros no", se cuestionaba González. Asimismo, el productor de Etxebarri subrayó la posibilidad de mantener las medidas de seguridad necesarias en este tipo de mercados: "En mi opinión, es mucho más seguro ir a hacer la compra a un mercado de calle, ya que se trata principalmente de un espacio abierto, que ir al supermercado y encontrarse con 50 o 60 personas. Como ya se está viendo en las ferias que ya se van abriendo, nosotros y nosotras también podemos garantizar unos mínimos de seguridad respetando el espacio entre puestos, llevando mascarillas y guantes, evitando aglomeraciones de personas y que la clientela no manipule los productos... Creemos que es una decisión incomprensible y, por suerte, ya hay municipios que están reabriendo sus mercados y, por supuesto, tomando las medidas pertinentes de seguridad".

Otro de los aspectos que los y las productoras de este gremio han echado de menos estas últimas es el tener la oportunidad de mantener una relación directa con su clientela: "Es otro de los aspectos a destacar de este tipo de mercados semanales. La correspondencia entre los vendedores y las vendedoras y su clientela es mucho más familiar y cercana. Siempre se crea un vínculo que hace los mercados aún más atractivos. Se trata de algo igual de beneficioso para el productor o la productora y para quien decir comprar en sus puestos". Al parecer, el mundo baserritarra de Bizkaia va teniendo más oportunidades de dar salida a sus excelentes productos, visto que la situación sanitaria va adquiriendo cierta normalidad de una manera segura y progresiva.

"No entendemos por qué los mercados han permanecido cerrados durante este tiempo"

Productor de Etxebarri