El fallecimiento este pasado sábado del segundo polluelo de águila pescadora de la pareja formada por Roy y Landa en Urdaibai no auguraba un futuro muy halagüeño para el tercer pollo de la familia. Desgraciadamente, ayer domingo se supo que esta también ha fallecido, muy probablemente por las tormentas caídas los últimos días sobre su nido instalado en los humedales de la Reserva de la Biosfera. Se esfuma así el sueño de Urdaibai Bird Center, que confiaba en que la población de la especie pudiera asentarse en la zona natural a la primera. Sin embargo, las tres crías no pudieron escapar a las garras de la mortalidad de esta especie en su primer año de vida, cifrada en torno al 80% o 90%.

Desde Urdaibai Bird Center se lamentaron ayer domingo del hecho. Y manejan como probable causa del fallecimiento los efectos de la tormenta, que pudo causar hipotermia a los dos polluelos fallecidos en apenas dos días, y que nacieron a finales del mes de mayo. Antes había fallecido el menor de todos ellos, el águila pescadora albina Zuri. En todo caso, el centro ornitológico confía en poder acceder al nido “para que, de la mano de Neiker, dependiente del Gobierno vasco, podamos recuperar su cadáver y realizar una necropsia que nos permita conocer con mayor exactitud lo que ha podido suceder”. De buenas a primeras, creen que el escaso plumaje -“lo que no les permite autorregular su temperatura corpórea”- y su tamaño -sus progenitores no pueden taparlos para evitar los contretiempos climáticos- fueron dos condicionantes que no pudieron superar. “Se han juntado ambas en un momento crucial del proceso”, advirtieron. El director del centro, Jose Mari Unamuno, recalcó que “estamos tratando con la naturaleza en estado salvaje. Y sabemos que no es fácil sacar adelante a los polluelos”, más si cabe con unos progenitores de primer año.

Urdaibai Bird Center ya mira al futuro y no piensa de ninguna de las maneras que el plan de reintroducción, emprendido en el 2013 con la llegada de pollos nacidos en Escocia durante los siguientes años, haya fracasado. “Si algo es importante es que el proyecto ha mostrado que Urdaibai es un emplazamiento óptimo para la cría de águilas pescadoras. Que una pareja ya se ha establecido”, incidió Unamuno, haciendo de Urdaibai su hábitat. “Hemos visto también que Urdaibai es un espacio que les ofrece numerosa alimentación y condiciones para poder criar”. Y aunque lamentablemente no ha sido posible que ningún pollo haya sobrevivido a la primera ocasión, “sabemos que Roy y Landa pueden volver” el año próximo. “O algún otro ejemplar”, aseveraron. “El plan de reintroducción en ningún caso se detiene”, certificó.