El frontón de Arrieta se vestirá de gala este próximo martes (19.00 horas) para acoger los XVIII DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak de Mungialdea. Unos galardones que buscan reconocer públicamente y premiar la labor y trayectoria de personas, agrupaciones y entidades que trabajan sin descanso en beneficio de toda la comarca.  

Maruri-Jatabe

Iraia Sainz

Pasión de amazona

La jatabetarra Iraia Sainz Martínez se apasionó por el mundo equino cuando tenía 10 años. Fue a raíz de una visita a la hípica de un amigo de la familia. Empezó con ponis y luego dio el salto a los caballos. Primero comenzó en la disciplina de doma clásica y después pasó a la de salto. Desde entonces, su destreza con los caballos le ha llevado a competir a nivel estatal e internacional. A sus 15 años -en diciembre cumplirá 16- en 2022 ganó la prestigiosa Copa Anagán, un éxito deportivo que repitió el año pasado y que también ha rozado este año tras quedar subcampeona. Su palmarés incluye además el Trofeo Princesa de Asturias, conquistado hace dos años. También ha podido experimentar la sensación de competir a nivel internacional con la selección española. Un aprendizaje que le ha situado como una de las promesas vizcainas de la equitación. Actualmente, entrena en la Hípica Zaldi Eder, de Goiherri, en Erandio, bajo las órdenes de Xabier Zabaleta. Allí perfecciona su técnica a lomos de su caballo Maze Runner y de su yegua Chipie Dip Z, que le ha dado grandes alegrías. Unos entrenamientos que compagina con sus estudios en el instituto de Mungia. Su familia le acompaña en cada competición para apoyarla, aunque la experiencia conlleve ciertas dosis de sufrimiento. “Salta un metro y cuarenta centímetros que, junto a la altura del caballo, se pone en más de dos metros. Cualquier día me va a dar un ataque”, bromea su padre Pedro Sainz. “Es una disciplina con un gran impacto económico para las familias y que, además, nos obliga a desplazarnos con los caballos por España con las complicaciones logísticas que conlleva”, resume.

Mungia

Grupo Arteche

Anclado a las raíces

El Grupo Arteche, de enorme expansión internacional en los cinco continentes, tiene un arraigo en Mungia inquebrantable. Aquí es donde todo empezó en 1946, de la mano de Aureliano de Arteche y esa fidelidad se mantiene indestructible. Aquella fábrica se ubicó en el barrio Billela y estuvo operativa hasta su incendio en 1968. Ahora, las instalaciones se encuentran en Derio Bidea 28, y desde allí Arteche es parte muy activa del municipio y de la comarca. Es agente comunitario. Tiene vocación de impacto social. Por ejemplo, mantiene una colaboración con el IES de Mungia, facilitando la formación de estudiantes a través de programas de prácticas y trainees. Y está presente en la Korrika y el Euskaraldia. Además, la fundación colabora con Mungia Atletismo Taldea, Cáritas Bizkaia, el equipo de madres de rugby (Rugby Mungia Maters) o la Burdin Hesiko Mendi Lasterketa. Aparte, y ya en el terreno laboral, tiene una apuesta por la atracción de talento de kilómetro 0. Por eso, un alto porcentaje de los trabajadores son de Mungia y del entorno.

Gamiz-Fika

Pedro Llona

Comisión de jubilados

Pedro Llona, de 68 años, presidente de la comisión de jubilados de Gamiz-Fika es el responsable de impulsar multitud de excursiones, eventos solidarios y gastronómicos en el pueblo. A raíz de la pandemia, la comisión de jubilados de la localidad languidecía con apenas una veintena de asociados. En 2021, Pedro se puso al frente de la agrupación y, actualmente, son más de 160 socios de entre 58 y 83 años. “A las excursiones que hacemos siempre vamos con autobuses y un total de 90 personas”, cuenta. Salidas culturales, gastronómicas..., cualquier excusa es buena para juntarse, pasar un buen día y conocer el entorno. Cuando están en el pueblo, el local junto al ambulatorio de Fika o un txoko en Gamiz son sus centros de operaciones. Desde allí planifican eventos como la txarriboda que celebran habitualmente en noviembre o la merienda de para despedir el año que ofrecen en diciembre. También organizan dos comidas anuales en el frontón y cinco excursiones al año. “La gente está contenta y hay mucha participación”, señala Pedro, que también está implicado en el coro y colabora en la carrera solidaria Burdin Hesiko Mendi Lasterketa, entre otras. Además, Pedro Llona es uno de los protagonistas de Erreferenteak, el proyecto puesto en marcha por BBK con el fin de impulsar una nueva longevidad en Bizkaia.

Laukiz

‘Lauaxeta’

Eterno 120 aniversario

Laukiz, Mungia y las letras vascas están celebrando el 120 aniversario del nacimiento de Esteban Urkiaga, Lauaxeta. Poeta nacido en Laukiz el 3 de agosto de 1905 pero residente desde muy pequeño en la casa Lauaxeta de Mungia. Comprometido con el euskera, no se limitó solo a la actividad cultural y periodística. Incansable militante del PNV, al estallar la Guerra Civil y ser aprobado el estatuto de autonomía del País Vasco, colaboró con el Gobierno vasco. Las aportaciones de Lauaxeta a la cultura son fundamentales. Pero su biografía permite ir más allá, llegar al poeta, al hombre obsesionado con innovar la cultura vasca, preocupado por dar visibilidad a las mujeres...

Mungia

Farmacia Golzarri

50 años muy saludables

La farmacia Golzarri de Mungia está celebrando sus bodas de oro con una salud de hierro. Alaitz Golzarri se encuentra desde 2006 al frente de un negocio que abrieron sus tías en 1975. “No tuve dudas de coger el testigo”, asegura con sinceridad y ternura. Las instalaciones, ubicadas en Lauaxeta Olerkari Kalea, son espectaculares: modernas, espaciosas, con infinidad de servicios... “En estos 50 años, la farmacia ha pasado por cuatro obras: la inicial, la de 1983 porque las inundaciones la arrasaron completamente, otra reforma en el año 2000 y la última, en 2017, que fue una ampliación con los locales de al lado”, repasa Alaitz. Catorce empleados velan por la atención y el cuidado de los mungitarras. Pero, además, la farmacia también mima su versión on line y a través de Facebook, por ejemplo, anuncia los eventos, los descuentos... además de proponer recetas saludables. “Intentamos estar al día de todo”, apunta Alaitz. Y, desde luego, es un negocio que ha estado siempre al filo de la vanguardia. “Cuando estaban mis tías, fue de las primeras farmacias de Bizkaia que se informatizó y después también, la primera en robotizarse”, subraya la actual propietaria. Ahora, a por el centenario y a saber con qué avances tecnológicos...

Mungia

Revistero Aldapa

30 años de titulares 

Revistero Aldapa es el nombre y Teresa Diez Abrisketa y su hija Esti, las caras. Bueno, y mucho más: son el cariño, la cercanía, la confianza... Eso, a un lado del mostrador; al otro, en el que no se, Teresa y Esti son el esfuerzo, la convicción, el optimismo... Este es un pequeño resumen de una enorme trayectoria: la de los 30 años de esta tienda en Mungia, en Erribide Kalea, 6. “Hay que ponerle ganas”, asegura Esti con una fuerte energía. Desde luego, ese ímpetu es el que motiva que este negocio siga adelante. A punto estuvo de bajar la persiana hace poco, cuando Teresa alcanzó la edad de jubilación, pero... “Por la pena que te da, no cierras”, reconoce la hija. Así que ambas siguen al pie del cañón con esas ganas de las que habla Esti y que se encuentran en esos lugares singulares y reconfortantes. Y con ese punto que los hace emocionales, claro. La tienda abre todos los días, de lunes a domingo, durante la mañana al completo. Para ellas, la jornada empieza muy temprano: a las 5.20... “Siempre que he ido a comprar, me han atendido de una manera muy cordial, es mi revistero de referencia desde hace innumerables años”, comenta un usuario en Internet. “Esti y Maite te atenderán de cine. Un diez”, sostiene otra. Así se entiende un poco mejor ese vínculo de este comercio con los vecinos de Mungia. “Es súper importante el trato con la gente”, destaca Esti. 

Arrieta

Iturbe Anaiak

Explotación de vacuno

Hace más de cuatro décadas comenzaron con su explotación de vacuno en el barrio Makuleta de Arrieta los hermanos José Jesús y Alberto Iturbe. Primero con ganado de raza Pirenaica destinado a la producción de leche y después se especializaron en la raza Blonda para la producción de carne. “Cuando empezamos no había ni carreteras por la zona”, recuerda José Jesús. A lo largo de estas décadas han dedicado también muchos esfuerzos e inversión para la mejora genética de su ganado. “Traemos la mejor genética de sementales de Francia y luego las vacas, desde hace dos décadas, son todas nacidas en casa”, destaca. Toda la producción de carne se vende a través de una carnicería ubicada en Gernika y gestionada por otros tres hermanos, Fermín, Jon y Begoña, cerrando así el ciclo de la comercialización. Actualmente, la explotación de 45 hectáreas está compuesta por una media de 210 cabezas de ganado que de marzo a noviembre se trasladan a los diferentes pastos de la explotación. Sin duda, uno de los secretos de la excelencia de su ganado es la alimentación. “La mezcla la preparamos en casa, nos llevó mucho tiempo, contamos con la supervisión de los técnicos de Lorra. Está compuesta de maíz, soja, cebada, haba pequeña, salvado, etc. Es una mezcla muy buena para este ganado”, detalla José Jesús, que no ve relevo generacional. “Es el mayor problema”, admite.

Arrieta

Mari Cruz Calvo

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Vínculo indestructible

El destino parecía que jugaba a separar a Mari Cruz Calvo, y también a su madre, de Arrieta... Pero, de eso nada. “Mi ama era de Arrieta y se casó con uno de Burgos, así que yo nací y viví allí”, cuenta ahora la protagonista de este premio desde su casa, en el municipio vizcaino, donde lleva residiendo más de cinco décadas. Sí, en efecto, ella permaneció 26 años en tierras burgalesas, luego se casó y regresó al pueblo de su madre. “Mis raíces”, sonríe a sus 81 años. Realmente, los lazos nunca se rompieron. “Yo venía dos veces al año donde mis abuelos”, rememora. “Y mi ama me enseñó euskera desde pequeña, ella me hablaba así y es la primera lengua que aprendí”, explica Mari Cruz. El vínculo de esta mujer con Arrieta, por lo tanto, es indestructible y de lo más entrañable. Aquí tuvo cuatro hijos, aquí disfruta de sus siete nietos y aquí compartió todo ello con su marido hasta hace un año y medio, cuando él falleció. “La vida...”, dice aún muy apenada. Es el único momento en el que la chispa y vitalidad de Mari Cruz se apagan un poco, porque ella es eso: todo energía y luz. “Voy dos veces a la semana a gimnasia y los domingos, a misa. ¡No hay que quedarse quieta!”, proclama. “Y sigo conduciendo, ¿eh?”, añade. La semana que viene, otra cita más en su agenda: la gala del martes ahí mismo, en su querido Arrieta.