Los golpes en los coches son una constante, porque no sólo dependen de que tú seas cuidadoso y prudente, sino que cualquiera puede abollarte tu vehículo. Cuando recibes ese impacto estando tú en el coche se soluciona llamando a la Policía para que realice un atestado o rellenando un parte amistoso de accidente. El problema es cuando ocurre contigo ausente.
En ese momento dependes de la buena voluntad del causante del golpe para que te deje sus datos o de que haya testigos que lo presencien y que anoten su matrícula y te la hagan llegar. Si no, te verás obligado a correr tú con los gastos de la reparación según la cobertura que tengas en tu póliza del seguro.
Nota y billete
Y luego está un caso intermedio que se ha vuelto viral en los últimos días en las redes sociales por lo insólito del hecho, y que lleva nada menos que cinco millones de visualizaciones. No es para menos. “Este tipo regresa a su coche y encuentra una nota con un billete de 20 dólares de alguien que se chocó contra él. Luego revisa los daños y … oh, no”, dice el post de quien lo ha subido a X.
E incluye el vídeo en el que se ve exactamente eso. Un hombre vuelve a su coche y se encuentra incrustado en la parte inferior de la ventanilla del conductor un trozo de papel manuscrito junto a un billete de 20 dólares. “¿Y este papel que dejaron aquí en mi carro?”, se le oye decir, en español, al dueño del coche, que es el que graba el vídeo.
La nota dice lo siguiente: “Disculpe por el golpecito. Ahí le dejo 20 dólares”. ¿Cuál golpecito? No veo ningún golpecito, dice el hombre mientras comienza a dar la vuelta al coche tratando de encontrar los desperfectos. Lógicamente, si han dejado 20 dólares, lo que espera cualquiera es que sea un pequeño roce sin consecuencias.
Sorpresa final
Pero no. Cuando el propietario alcanza a ver el otro lateral del coche comprueba cómo está absolutamente destrozado. “¡Hijo de su mamá! ¡Me lo hicieron pedazos! ¿Qué? ¿Golpecito? ¡Si ni la puerta abre!”, se le oye decir.
Quizá el causante quiso disimular ante posibles testigos haciendo como que dejaba sus datos escritos en la nota para que así nadie se quedara con su matrícula. Probablemente lo consiguió. Al dueño le tocará cambiar de coche o gastarse algunos miles de dólares si quiere reparar el tremendo golpe. Los 20 primeros ya los tiene.