EL esfuerzo y el sacrificio diario es el único camino hacia el éxito y eso bien lo saben en Ezkerraldea. Ejemplo de esfuerzo, tesón y sacrificio son las ocho entidades, asociaciones y personas que esta tarde a partir de las 19.00 horas serán las grandes estrellas de la gala de entrega de los XVI DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak de Ezkerraldea que acogerá la antigua alhóndiga de Barakaldo.

El deporte tendrá un protagonismo especial en la gala ya que por el escenario pasarán a recoger su premio hasta cuatro entidades deportivas. Dos de ellas, la Unión Sport San Vicente y la Sociedad Deportiva Retuerto Sport recibirán su merecido premio y homenaje en reconocimiento a un siglo de trayectoria fomentando el fútbol en la localidad fabril. Las remeras de Kaiku también pertenecen a un club que está celebrando su centenario y ellas han sido protagonistas, ya que este grupo joven ha culminado un auténtico temporadón ganando la Liga ETE y disputando la Bandera de La Concha. Por su parte, el Club Ajedrez Santurtzi lleva 37 años fomentando esta práctica en la localidad marinera y sus resultados son difícilmente mejorables, ya que, actualmente enseña a jugar a más de 700 niños y niñas.

Por otra parte, la cultura también tendrá un papel destacado en la gala de hoy. La Fundación El Abra recibirá el que, quizá sea, su penúltimo aplauso y reconocimiento a 30 años de trayectoria por indagar y divulgar la riquísima historia de Portugalete. Quien aún tiene muchos diseños por hacer es el santurtziarra Charly Urbina. Él diseñó hace 38 años la ya tradicional raspa de sardina de Santurtzi, hace un par de décadas formó parte de la cuadrilla Irriki-Riki, creadora de los premios Gorka y hace una década fue uno de los impulsores del festival Santurzine. Si el nombre de Sestao va ligado a los títeres es gracias a Bihar Taldea, grupo que lleva medio siglo haciendo reír a los más txikis. Y uno de los momentos más emotivos será cuando la Asociación para la Coordinación de Cambiadores Inclusivos recoja su merecido premio por luchar para que todas las personas tengan un cambiador público en el que poder hacer sus necesidades.