LA gala de los XVI DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak en Eskuinaldea y Uribe Kosta fue un tributo a una forma de hacer y de implicarse. La nómina de premiados, con las ocho estrellas cada una iluminando a su manera, así lo evidenció. En el acristalado frontón de Barrika y al atardecer. Y hablando de sueños que se cumplen. Qué inspirador. Así se conformó, en otro día de verano de octubre, una selección de galardonados de aúpa. ¡Qué nivel! Ellos y ellas fueron los protagonistas. Para todos fue el gesto de agradecimiento. Para todos, los aplausos. El cariño más sincero.

Fue transmisora del afecto hacia los ocho premiados la directora de DEIA, Marta Martín. “Queremos reconocer a los que tanto hacéis por el kilómetro cero, ese que necesita la implicación de los colectivos para el desarrollo de la comarca”, destacó. Como perfecta anfitriona ejerció la alcaldesa de Barrika, Itziar Unibaso. “Es un honor para nuestro municipio albergar esta gala de los XVI DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak, ya que los premios son un importante reconocimiento a los vecinos, comercios, asociaciones, organizaciones… En definitiva, a las gentes que impulsan iniciativas para la comarca”, valoró.

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En imágenes: Eskuinaldea, una comarca de postal Pablo Viñas

Entre esas referencias se encontraba Getxo Igeriketa Bolue Kirol Elkartea. ¡Ay, el deporte, cuánto bien hace! Y cuánto esfuerzo requiere. “Entrenamos seis días a la semana”, desvelaron las chicas que recogieron el premio. “No os da la vida”, replicó Yaiza Arrizabalaga, la conductora del evento. Pero ellas pueden con todo. También las integrantes de Leioako Emakumeak. Como un auténtico equipazo, así fue como llegaron las futbolistas. Y con muchos familiares apoyándolas orgullosos. “Sí, sacamos tiempo para entrenar”, constataron.

Una familia unida es la que está al frente del restaurante Zuen Etxea, de Gorliz. Despertaron la envidia e hicieron la boca agua a los presentes con el vídeo que mostraba su local, sus platos… Carlos y Luis Alberto Benito, así como su amatxu Cloti animaron a probar toda la carta del establecimiento. “Todo está bueno”, dijo Cloti sin ninguna duda. Y venga, si quien se acerque hasta allí no sabe por dónde empezar… que se decante por los begihaundis, reconoció Carlos... Y para despertar más el hambre: la comida popular de las fiestas de Urduliz. Ahí es nada. Ese es uno de los momentos estelares de estas celebraciones, como admitían los miembros de la comisión, merecedores de otra de las distinciones de la velada de ayer martes.

Instantes muy emotivos salieron del siempre sonriente Josu Hernández. Menuda carrera la suya tantos años en la organización de la Milla de Berango y al frente de Berango Atletismo Taldea. Ahora ya ha cruzado la meta. “No me creo que haya sido mi última Milla”, confesaba ante su adiós en las tareas organizativas. “Para mí, la Milla fue un sueño imposible que se hizo realidad. Me llevo conmigo el haber formado a través de este deporte a muchos jóvenes que han cogido hábitos saludables, me llevo también muchos amigos...”, aseguró. “Quiero agradecer a mi familia, por el tiempo que les he quitado por la Milla”, añadió.

También se acordará siempre Josu Elorriaga de los vecinos de Barrika. “Las amistades y las relaciones es lo que te queda; han sido espectaculares”, enfatizó el encargado de la brigada municipal, que se jubilará en abril. “Voy a seguir haciendo más o menos lo mismo, excepto trabajar: montar en bici, andar...”, comentó con gracia. A quienes les queda trayectoria por recorrer es a Oihane Hernández e Irene Paredes.

Ya se van acostumbrado a los homenajes y los premios estas flamantes campeonas del mundo, pero los de ayer fueron los de la cercanía, los de aquí. Los de su gente. “Quiero dar las gracias a Berango, que es un lugar muy especial para mí”, admitía Irene en una grabación enviada con cariño, ya que no pudo asistir a la gala por compromisos profesionales. Lo mismo que su compañera. “Ser campeona del mundo sirve como demostración de que los sueños se cumplen”, trasladó Oihane. No hay mejor manera de terminar esta crónica.