"El anterior equipo de gobierno ya tenía un borrador trabajado", pero la pandemia "ha cambiado el marco" en torno a las terrazas, que el Ayuntamiento de Balmaseda ha adaptado a las circunstancias actuales mediante una nueva ordenanza, explica el alcalde, Aitor Larrinaga. Aunque "nos queda el reto de abordar el aspecto estético de las terrazas en el casco histórico". La anterior regulación "data de 2004 y el escenario ha cambiado", coincide el ahora portavoz jeltzale y anterior regidor, Álvaro Parro.

Podrán empezar a servir a la clientela al aire libre a las 8.30 horas y el texto establece horarios de cierre de los espacios exteriores a la clientela diferentes en función de la época del año. Así, en invierno de domingo a jueves a las 23.00 horas; viernes sábados y vísperas de fiestas, a medianoche. En verano, de domingo a jueves el cierre se posterga a las 23.30 y 0.30; viernes, sábados y vísperas de fiestas. Horarios susceptibles de ser prorrogados en jornadas de celebraciones festivas, culturales o musicales señaladas.

Para facilitar la correcta convivencia con peatones, se prohibe que las terrazas puedan ocupar espacios en los que no se pueda garantizar un mínimo de dos metros para el correcto tránsito peatonal o en aceras y espacios peatonales con menos de dos metros y medio de anchura, con opción de ampliar el margen si se registra un tránsito elevado de viandantes.

Con respecto a la posibilidad de añadir elementos provisionales destinados a cubrir el espacio de las sillas y mesas, el Ayuntamiento podrá denegarlo cuando perjudique a la seguridad vial o incida muy negativamente en la circulación de los peatones, afecte a la seguridad de edificios y locales cercanos, por ejemplo, dificultando los planes de evacuación o "resulte formalmente inadecuada o discordante con su entorno", de forma que "dificulte la correcta lectura del paisaje urbano".

Propuesta de los bares

Sobre el casco histórico, el Ayuntamiento apunta que los propios establecimientos deberán elaborar una propuesta "global para todos ellos" para dotar de uniformidad "al diseño y color de toldos y, sombrillas, así como de las mesas y sillas que, una vez aprobada por la administración municipal, servirá de base de aplicación en lo sucesivo". Para ello, se concede un plazo máximo de seis meses tras la aprobación definitiva de la ordenanza.