- No todo han sido malas noticias en el balance turístico de 2020 en Balmaseda ya que si bien se produjo una importante pérdida global de visitantes por el confinamiento y las diferentes restricciones vividas el pasado año se ha podido constatar un efecto positivo en lo que respecta a la fidelidad de la clientela residente en el municipio. Así, el tiempo medio que las personas detectadas por los diferentes nodos que miden la presencia y la movilidad de las personas se incrementó, sobre todo en el último trimestre del año 2020 en un 43% de media respecto al mismo periodo del año anterior.

Estos datos son los que se extraen del proyecto Seeketing, impulsado por Cecobi y el Ayuntamiento de Balmaseda, en colaboración con el Gobierno vasco. Gracias a esta iniciativa, la localidad encartada cuenta desde 2019 con 7 dispositivos o nodos que detectan la presencia, de forma anónima, de dispositivos móviles en el entorno, con el objetivo de obtener datos relativos a la movilidad y los flujos de las personas en el municipio.

Un municipio acostumbrado a recibir al turismo del entorno ha visto como en 2020 tuvo que suspender su tradicional Semana Santa, el Mercado Medieval o las fiestas locales de San Severino. En este sentido, el descenso del mes de 2020 en el que más turistas se detectaron (agosto) respecto al mes más fuerte turísticamente de 2019 (abril) fue de un 55 %. En lo que se refiere al perfil de las denominadas “excursionistas” o personas de paso, el mes más fuerte fue diciembre de 2020 con cerca de 15.300 excursionistas detectados, un 48% más que en diciembre del año anterior. En cuanto a las oportunidades comerciales, esto es, las visitas repetidas a una misma zona por una misma persona, el repunte d comenzó en junio llegando a su punto álgido en septiembre con más de 131.000 oportunidades detectadas y descendiendo especialmente entre octubre y noviembre.