De las 21.00 horas del 1 de enero a las 16.00 horas del 2 de enero, la dotación de Protección Civil de Karrantza puso a prueba durante el fin de semana su nuevo sistema de organización basado en las guardias presenciales. La reducción del tiempo de respuesta aproximadamente a la mitad ha agilizado los operativos requeridos en el fin de semana del temporal que ha teñido el valle de blanco. Por precaución debido a la nieve, permanecerán cerrados hasta nuevo aviso la cueva de Pozalagua y el parketxea de Armañon, que se asientan en la peña de Ranero.

Cerrando el año de su reestructuración y fusión con los bomberos voluntarios, el servicio de Protección Civil de Karrantza cuenta con 18 personas colaboradoras, dos de las cuales se han incorporado en las navidades. “Hemos vivido un comienzo de año bastante movido”, reconoce el coordinador de la dotación, Rubén Freire, porque “se activó la alerta por fenómenos meteorológicos adversos por nieve y como ya habíamos mejorado la base -acondicionándola para que los voluntarios pudiéramos estar unas horas- decidimos movilizar nuestra primera guardia presencial del año y a su vez de SOS Karrantza como asociación y no como bomberos voluntarios”.

A la hora de atender las incidencias “notamos una mejora descomunal en el tiempo de respuesta” para acudir allá donde sean requeridos en un municipio con una superficie de 137 kilómetros cuadrados y más de medio centenar de núcleos de población. A las 00.15 horas ya del 2 de enero “nos avisaron unos vecinos de que se había desatado un posible incendio de una chimenea”. En cinco minutos ya estaban en marcha. De no haberse establecido en la base “vendríamos a tardar unos diez o quince minutos, siempre que se sumaran las personas que están cerca”, pero si los refuerzos vienen de otras zonas la reacción “puede alargarse a la media hora”. Poco después llegó la siguiente urgencia: un vehículo que se había precipitado al arcén “y ahí nos movilizamos en un minuto” tomando nota rápidamente de “posibles errores de la primera”. Afortunadamente los incidentes se resolvieron sin lamentar daños personales: “el fuego de la chimenea de la vivienda se autoextinguió y el conductor del coche salió por su propio pie”.

Para las festividades de Nochebuena y Navidad y Nochevieja y año nuevo, idearon un sistema de “guardias no presenciales, pero sí localizadas”. Es decir, “con un conductor a cinco minutos de la base y siempre mínimo cuatro voluntarios preparados para salir”. Dado que “tenemos literas que nos han donado, dependemos de que nos traigan colchones para hacer más guardia presencial”. En las 18 horas de turno continuo “cambiamos de conductores tres veces, de forma que cada uno cumpliera con seis horas” para asegurar los descansos. Y es que “en nieve no se conduce igual y hay que poner todos los sentidos alerta”.

Al menos, en Karrantza están acostumbrados a que un manto blanco cubra la localidad en invierno con cierta frecuencia. “Estamos aclimatados a este tipo de situaciones, en las que los vecinos funcionan como un todoterreno”, señala el coordinador de Protección Civil. Por la noche “verificamos las carreteras por si había alguna placa de hierro” complementando la labor de las quitanieves. Por la mañana se toparon “con todoterrenos o tractores que abrían el trazado”. “Aunque han sido tres días con mucho lío, la gente es comprensiva, se limpia lo que se puede, nos coordinamos con los ganaderos”, explica el alcalde, Raúl Palacio.

Entre las incidencias cabe destacar la avería, ya subsanada, en la estación de tratamiento de agua potable de La Cerroja que afectó a los barrios altos de Karrantza. Primero “la tormenta eléctrica del fin de semana hizo que se estropearan las tarjetas que permiten el funcionamiento automático” y más tarde “a raíz de la bajada de tensión de Iberdrola” quedó inutilizado “el diferencial” que mantenía el dispositivo manual, indicó el regidor. Por prevención, el Ayuntamiento recomendó en un bando no consumir el agua procedente de la planta hasta nuevo aviso.

Optimización de recursos. Tras la integración de los bomberos voluntarios y la renovación del servicio en 2020, Protección Civil de Karrantza entra en 2021 poniendo en práctica las guardias presenciales con el objetivo de optimizar la respuesta en emergencias. Pronto esperan disponer de camas en la base.

El temporal de frío y nieve que azota Euskadi en los primeros días del año ha provocado la clausura de la cueva de Pozalagua y el parketxea de Armañon como medida preventiva al encontrarse a más altura.

18

Con las dos incorporaciones que se han llevado a cabo en las fiestas, la dotación de Protección Civil de Karrantza cuenta con 18 voluntarios. En el servicio contemplan que se establezcan guardias presenciales de entre cuatro y seis personas.