El incendio que minutos antes de las 22.00 horas del lunes afectó al edificio de la capilla de El Carmen, en Portugalete, aún está por esclarecer. La Ertzaintza está en plena investigación para clarificar las causas de un fuego que los bomberos no lograron sofocar en su totalidad hasta el mediodía de ayer. Aunque estaba bajo control, ayer todavía quedaban pequeños focos activos en el edificio histórico que actualmente está okupado por los integrantes del gaztetxe Sastraka. Se espera que en la mayor brevedad posible, el arquitecto municipal pueda entrar en el inmueble a realizar una valoración exhaustiva del estado del mismo. Mientras se dilucidan las causas del siniestro, los actuales okupantes del edificio actuales okupantes del edificioaseguraron ayer que el incendio se produjo solo minutos después de que, como cada día, cerraran las instalaciones a las 21.30 horas.

Según denunciaron, consideran que el fuego fue provocado. Ya la misma noche del incendio tenían esa sospecha. “Hemos cerrado y al de media hora nos han avisado de que la capilla estaba ardiendo. Estamos seguros de que ha sido un incendio provocado, tenemos la certeza de ello. Teníamos en la parte de fuera unas maderas apiladas que íbamos a llevar al garbigune. Las llamas han subido por la pared y la fachada y han quemado la estructura de madera de la capilla”, explicó un representante de Sastraka cuando todavía ardía el edificio.

Fue una noche en la que se vivieron momentos de incertidumbre. En los primeros minutos después de declararse el incendio la principal preocupación era el hecho de que pudiera haber personas dentro del edificio. Una vez descartada esa posibilidad, dado que el gaztetxe ya había cerrado sus puertas, en lo que más se afanaron los bomberos fue en que las llamas no se extendiesen y no cogiesen altura, ya que, de lo contrario, la situación habría podido agravarse poniendo en peligro no solo el edificio, sino también el entorno del mismo, debido al arbolado existente en la zona. “Lo importante es que no ha habido daños personales. Hubo momentos críticos en los que si las llamas se hubiesen extendido por toda la techumbre del edificio el incendio habría sido muy difícil de controlar”, señaló Txema Ezkerra, edil de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Portugalete.

Por su parte, el alcalde jarrillero, Mikel Torres, aseguró que cuando los jóvenes empezaron a usar el antiguo colegio les pidió que tuvieran “cuidado con cualquier tipo de aparato eléctrico” porque la instalación era “antigua y estaba en desuso”. No obstante, está a la espera de que se aclare lo ocurrido.

Según las primeras inspecciones oculares, los daños se concentraron en la estructura de madera del lateral de la capilla, sin que el interior de la misma se viera perjudicado, aunque se podrá hacer una valoración más profunda cuando se pueda entrar al antiguo recinto religioso con total seguridad.

También serán analizadas unas pintadas existentes en el exterior del edificio que no estaban antes de que comenzaran las llamas. Banderas de España y frases relativas al lehendakari, Iñigo Urkullu, decorando las paredes hacen que las sospechas de los jóvenes se acrecienten. Consideran que el edificio ha sido víctima de “los intereses de la especulación inmobiliaria”. Por ello, una manifestación recorrió ayer por la tarde las calles de Portugalete para condenar el incendio. En la misma aludieron a que su proyecto “va a continuar, con más fuerza que nunca”.

“Si las llamas se hubiesen extendido por la techumbre, habría sido difícil controlarlas”

Concejal de Seguridad Ciudadana

“Nuestro proyecto va a seguir adelante y lo haremos con más fuerza que nunca”

Comunicado