Portugalete - Entregarse a los demás, dar lo mejor de sí mismos con el único propósito de hacer su entorno un poco mejor. Eso es lo que distingue al voluntariado, lo que le hace único e imprescindible en la sociedad. Hoy desde las 19.00 horas, en el centro cultural Santa Clara de Portugalete, se dará visibilidad a ese sector que, habitualmente, está lejos de los focos en la entrega de los Premios para la Promoción del Voluntariado.

En esta ocasión, la premiada en la categoría de Personalidad ha sido Mari Carmen Lestón Batiz. Esta andereño jubilada, sigue aportando muchísimo a la sociedad tras haberse retirado... del mundo laboral. Porque en materia social está más activa que nunca, ya que imparte clases de euskera a adultos, forma parte de la Comisión Mixta de Igualdad y es vicepresidenta de la asociación de viudas Itsas Kresala, entre otros. "No sé por qué me dan este premio. Hago lo que me gusta, y para mí hacer lo que me gusta y lo que me apetece es ya, en sí, todo un premio", aseguró esta mujer tan simpática como solidaria a la que, desde pequeña inculcaron los valores comunitarios. "Mi padre y mi madre me enseñaron lo normal, a ser buen vecino, a ayudar en lo que se pueda a quien lo necesite", explicó Mari Carmen quien ejerció como andereño durante 43 años en Kanpazar y Ballonti.

Por su parte, en la categoría de entidad, el colectivo galardonado en esta XII edición de los Premios para la Promoción del Voluntariado es el Club de Atletismo Bihotz Aratz. Esta entidad lleva tan solo siete años de actividad, pero en esta andadura ha dejado de manifiesto en repetidas veces su carácter solidario. "Como club deportivo queremos ir más allá de la competición. Queremos formar atletas, pero, sobre todo, queremos formar personas solidarias", señaló Sergio Olabarrieta, representante de Bihotz Aratz. Así, es más que habitual ver a este club colaborando con causas de entidades como la Asociación de Parkinson Nervión-Ibaizabal, Acapk; y el Asilo de San Juan Bautista. Hoy, toda esa labor callada será aplaudida por los jarrilleros en Santa Clara.