Trapagaran - Sus creaciones pictóricas son muy conocidas en Trapagaran pues adornan varios muros significativos del municipio donde reside. A la pintora y muralista Pilar Gutiérrez le cuesta salir de su zona de confort y prefiere que sean sus obras las que hablen por ella con su fuerza y la calidad de sus trazos. La última de ellas ha sido la restauración-ampliación del mural Burdin Herria que adorna la zona hormigonada que se encuentra a la salida de La Reineta en dirección a La Arboleda.

“El mural original, con el que se pretendía homenajear a los mineros y su duro trabajo, tiene casi dieciocho años, y lo que he hecho ahora es una reelaboración del conjunto dotándolo de más color y añadiendo algunos motivos nuevos como el aguador que atendía a los mineros, una línea de baldes aéreos en los que viajaba el mineral o algunos túmulos de mineral con una carretilla y los cestos que usaban los mineros para el acarreo”, describe esta trapagarandarra cuyos pinceles han decorado otros espacios urbanos de su pueblo como el muro El bosque del cielo que adorna del cementerio de La Arboleda o el muro El Aroma de las flores ubicado en una plazoletilla de la avenida Primero de Mayo. “El primer mural que decoré fue en 1993 sobre una gran superficie de unos 25 metros cuadrados en la ikastola Itxaropena coincidiendo con la campaña Euskaraz Bizi”, recuerda esta mujer cuya amplia producción artística ha pasado varias veces por la sala de exposiciones del palacio Olaso de Trapagaran.

Amante de la pintura desde muy joven, Pilar compartió lienzos con pintores de Meatzaldea como Momoitio, Quintana o Balsa El Ruso. Aficionada a trabajar con el óleo o el pastel, Pilar Gutiérrez cuenta con una amplia producción que aborda desde los paisajes, a los bodegones o el muralismo tanto en paredes de domicilios o establecimientos comerciales, amén de su trabajo en varios muros del municipio minero, aunque su tarjeta de presentación fue el retrato.

“Yo tenía expuesto en el escaparate de una cristalería un retrato. Un señor que lo vio y le gustó preguntó si le podía hacer a él un retrato. Luego empezó a encargarme retratos de la familia y posteriormente reproducciones de Velázquez, Murillo y otros autores clásicos. Durante casi 5 años llegué a pintarle cerca de 60 cuadros”, comenta esta inquieta mujer que después de varios años trabajando como administrativa en una pequeña empresa, desde hace tres décadas desempeña labores de mantenimiento.

Burdin herria Una labor que compagina con su pasión por la pintura. “He expuesto en Bilbao, en Getxo y aquí en la zona minera y he vendido muchos de mis cuadros tanto hechos por encargo los que he ido creando”, señala esta madre de dos hijas que ha estampado su firma en varias zonas del municipio.

La obra más conocida tal vez sea la pintura que desde el año 2002 adorna los cerca de 250 metros cuadrados del muro situado junto al parking ubicado a la salida de La Reineta en dirección a La Arboleda y que este año restauró con la ayuda de su hija Leire González, y su amiga Mertxe del Campo.

“Fue una propuesta de una concejala que conocía mi obra y me pidió que utilizara ese muro para crear una alegoría sobre nuestro pueblo y sus elementos más característicos y que sirviera de homenaje a las familias de los mineros y txirteras”, comenta esta mujer que tardó cerca de cuatro meses en reproducir el antiguo funicular junto a figuras de mineros, txirteras, barrenadores, caballerías, vagonetas y otros elementos propios de la actividad minera que ahora lucen con más color gracias a una labor de restauración en la que se han empleado colorantes elaborados con las piedras de mineral. “La restauración ha sido muy ardua pero ha quedado muy bien”, proclama orgullosa Pilar, la muralista de la historia minera.