Sestao vivió ayer una jornada muy especial en la que se volvió a fomentar la cultura vasca. Ese es el objetivo que persigue la Euskal Ezkontza que celebró en la jornada de ayer su 21ª edición y que está enmarcada en la celebración de la Euskal Jaia que, hasta hoy, festeja la localidad sestaoarra. La de ayer fue una jornada de emoción, de emoción de verdad, puesto que los novios de la boda, Gorka y Txefa, no encarnaban un papel, sino que contraían matrimonio de verdad. Los gestos de complicidad entre los novios, su emoción al bailarles el Agurra, su satisfacción y sus nervios eran puros puesto que estaban viviendo, de verdad, su gran día.

Empezaron a vivir esa jornada con la que muchas personas sueñan a partir de las 11.30 horas. En ese instante, los participantes en la Euskal Ezkontza salieron desde Markonzaga, el antiguo bolatoki, el asilo y la sede de Eusko Lorak para juntarse frente al ayuntamiento. Allí, al mediodía, se haría el primer recibimiento a los novios. Además de los participantes en el evento, mucho público contempló desde la plaza del Kasko el comienzo de este evento que ha echado raíces en Sestao y que busca promover la cultura vasca en la localidad sestaoarra. “La de hoy -por ayer- es una Euskal Ezkontza muy especial porque los novios se van a casar realmente y porque, desde la organización hemos tenido que superar diversos contratiempos. Los sestaoarras siempre dan una acogida magnífica a este evento”, señaló Koldo Urkiaga, miembro de Labeitz, entidad que forma parte de la organización de esta actividad.

Gorka y Txefa se dieron el primer baño de multitudes junto a la casa consistorial. No faltó de nada. Txalapartaris, bertsolaris, gigantes, joaldunak... Y mucha gente de su municipio que quería compartir con ellos no solo una festividad, sino uno de los días más grandes de sus vidas. Tras la primera parada en el ayuntamiento, la comitiva se desplazó hasta la iglesia de Santa María. Allí, en las escalinatas, tuvo lugar el acto religioso para unir en matrimonio a Gorka y Txefa. Ambos se dieron el sí quiero y, posteriormente, presenciaron emocionados el Agurra en su honor. Una vez acabó el baile llegó el turno de la inmensísima foto de familia que llenó hasta los topes las escalinatas de la iglesia de Santa María. Eso fue el preludio de la ruta por diversos puntos de la localidad para anunciar el enlace y, más tarde, la plaza del Kasko acogió el anunció de la dote, las pertenencias que aporta la novia al matrimonio y que, durante toda la mañana, fueron acarreadas por dos bueyes.

Con el anuncio de la dote finalizó la parte más folclórica, por así decirlo, de la boda de ayer y dio paso al momento más oficial, el que quedará sellado en el registro, el que, verdaderamente, convirtió en marido y mujer a Gorka y Txefa. Pasadas las 14.00 horas, la feliz pareja se encaminó, de nuevo, hacia el ayuntamiento. Allí, se volvieron a dar el sí quiero en una ceremonia que estuvo dirigida por la edil de Euskera del Ayuntamieto de Sestao, Patricia de la Torre. Así, pusieron membrete oficial a lo que durante toda la mañana Gorka y Txefa habían estado celebrando.

La Euskal Ezkontza es, quizá, el acto más multitudinario de la Euskal Jaia de Sestao, pero la celebración va mucho más allá. En la jornada de hoy se pondrá punto y final a estas celebraciones con un mercado de artesanía que se iniciará a las 11.00 horas y una exhibición de barrenadores que dará comienzo a las 12.30 horas. Como último acto, se homenajeará, desde las 13.00 horas al txalapartari Eneko en la plaza del Kasko.