Balmaseda - La silueta de Jesucristo con la corona de espinas que se dibuja en el techo, cinco retablos que datan de los siglos XVII y XVIII, así como el segundo órgano de mayor tamaño de Bizkaia contemplan a Jorge Gómez en su día a día en el Museo de la Pasión Viviente de Balmaseda, de cuya inauguración acaban de cumplirse diez años. Fundador de la empresa de servicios turísticos de la villa Alboan, gestiona el espacio expositivo que mejor repasa la historia del Vía Crucis y ofrecerá visitas guiadas en el último ensayo de la crucifixión y la antesala de la Última Cena hoy, Jueves Santo, a las 12.00 y 19.00 horas.

Jorge Gómez ganó el segundo premio del certamen de proyectos empresariales del behargintza comarcal en 2017, con una idea de negocio que materializó trabajar en la asociación de turismo Enkartur. “Tenía ideas, pero me daba miedo lanzarme”, admite. Coincidió que “entonces el Museo de la Pasión Viviente estaba cerrado y me ofrecí ante el Ayuntamiento y la Asociación del Vía Crucis para hacerme cargo”. Después se le unió la supervisión del albergue municipal de la Garbea, de 24 plazas, y el que se habilitó en las antiguas escuelas, con veinte camas.

El museo se habilitó en la antigua iglesia del convento de clausura de Santa Clara, creado con una donación del indiano Juan de la Piedra. La primera abadesa desembarcó en 1666 y, tras diversos avatares, las religiosas “se marcharon en 1984”. En el edificio principal “se acondicionó un hotel, viviendas particulares ocupan hoy la preceptoría, y en la iglesia se abrió el Museo de la Pasión Viviente en marzo de 2009”. El espacio custodia pasos de Semana Santa, ropajes de la guardia romana, Poncio Pilato, los sacerdotes y Jesucristo y objetos que cobrarán protagonismo durante la representación. En la década transcurrida desde que parte de sus fondos se trasladaran desde el museo de historia de la plaza de San Juan para dotar al Vía Crucis de entidad propia se han contabilizado más de 40.000 visitas. “Cada vez más, organizadas por asociaciones o touroperadores” con un pico de récord en el año 2016.

También cuartel general de la asociación del Vía Crucis Viviente, el centro de interpretación cerrará sus puertas hasta que pasen los días festivos, para proseguir con el programa especial de actividades durante el año, que comenzó “con la una exposición dedicada a la pintora de Balmaseda Mari Dapena y un concierto de la coral Kolitza”. Hoy, Jorge Gómez sacará la actividad a la calle, para los recorridos guiados por los principales escenarios de la Pasión que propuso hace dos años. “Suelen venir grupos pequeños” que viven la inolvidable experiencia de “hablar con los protagonistas y conocer las anécdotas en torno a nuestra mayor tradición”.

A demanda Cualquier pregunta puede surgir, así que actualiza sus apuntes “leyendo mucho y asistiendo a charlas” para documentarse de cara a una oferta que abarca más opciones: caminatas por el Kolitza para hablar sobre la batalla que allí se desarrolló durante la Guerra Civil, paseos por el parque botánico y de esculturas Arenatzarte de Güeñes con visita a la casona de indianos que alberga el Ayuntamiento y la iglesia de Santa María, recorridos por los parajes del Grazal, el castro zallarra de Bolumburu o el bidegorri que de Zalla a Balmaseda, atravesando casas torre, las escuelas de La Herrera y los vestigios del conjunto del palacio y la ermita de La Mella. Opciones “a demanda” para acercarse al patrimonio arquitectónico y natural que espera en Enkarterri.