Ortuella - A pesar de la aparente imagen de fragilidad que transmite con esa juvenil mirada -la de sus 16 años recién cumplidos en enero- la ortuellarra UxueMedrano López transmite con el verbo y al frotar las cuatro cuerdas de su violín una serenidad y una madurez encomiables sobre todo para quien apenas acaba de asomarse a la vida, tanto personal como profesionalmente. Aunque en este último campo, el musical, lleve casi años enfrascada entre partituras y arcos. “Este es mi séptimo año de estudios musicales”, resume esta joven que empezó con apenas 8 a estudiar solfeo en los talleres musicales de Ortuella con la reputada acordeonista local Patricia Fernández. Posteriormente, encaminó sus pasos hacia el Conservatorio de Música de Barakaldo y en la actualidad cursa sus estudios en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga de Sarriko, en Bilbao.

“No sé de dónde me viene esta afición, ya que yo no tengo ningún antecedente familiar directo que esté relacionado con la música. Tal vez siempre me han gustado los juguetes musicales que me regalaban”, bromea esta joven estudiante que cursa cuarto de la ESO en el Instituto Burdinbarra de Trapagaran y tercero de profesional en Sarriko. Además, en la actualidad, aparte de tocar con algunas agrupaciones forma parte por segundo año de la Joven Orquesta de Bilbao Behotsik con la que ha tomado parte en las jornadas el festival Musika Música organizado por la fundación Bilbao 700. “Para entrar a formar a parte de esta orquesta hay que realizar una prueba pero bueno, no es una prueba especialmente dura porque no se trata de una orquesta profesional, aunque dentro se hace un trabajo muy serio. Al final somos como un gran grupo de amigos músicos”, señala esta joven que reconoce que no sabe muy bien de dénde saca el tiempo abarcar todo, ya que vive en Ortuella, estudia ESO en Trapagaran y luego debe acudir a Bilbao.

“Supongo que es cuestión de organizarse y sacrificar un poco de tiempo libre. Hay que estudiar”, refiere esta joven violinista que al igual que la mayoría de los cincuenta músicos de la joven orquesta -once de ellos violinistas-, sueña con vivir profesionalmente de su pasión por la música. Del instrumento no destaca esppecialmente su dificultad en la ejecución. “Para hacerlo bien todos encierran su grado de dificultad en el aprendizaje. Cada uno tiene lo suyo”, señala esta profesional en ciernes.

Difícil “Creo que sí se puede llegar a vivir de la música clásica. Igual no es lo más fácil que hay, pero si haces lo que más te gusta y lo haces bien pues claro que se puede llegar a vivir de la música clásica”, esgrime esta entusiasta melómana que reconoce que “en casa creo que piensan que estoy un poco loca con la música pero es mi gran pasión y es a lo que quiero dedicarme”.

Esta joven, que no se pronuncia sobre un compositor favorito “porque son de épocas tan distintas y de estilos tan variados que me es imposible quedarme con uno”, no tiene problema alguno al señalar que, cuando mira al espejo de la admiración por un intérprete del violín, la imagen que se repite es la de la alemana Anne-Sophie Mutter que emprendió una carrera internacional como solista en 1976 en el Festival de Lucern. “Para mí es la mejor”, apunta Uxue que confiesa que aunque en Bilbao y en Euskadi se está haciendo mucho por visibilizar la música clásica “con la programación de muchos conciertos, aún estamos lejos del nivel que alcanza la música clásica en los países del centro y el norte de Europa”. No obstante, Uxue luchará por su sueño: ser violinista de orquesta.