Brisca, tute y parchís; charlas distendidas en torno a un café o rato de lectura o televisión entre amigos y conocidos. El hogar del jubilado de Urduliz es mucho más que un centro municipal. Para muchas vecinos y vecinas de la localidad es casi como una segunda casa. Un espacio de encuentro donde poder disfrutar de ese merecido tiempo libre tras la jubilación. Actualmente es la sede de la asociación Beti Lagunak, que está compuesta por 290 socios. Todos ellos disfrutan ahora de un espacio completamente renovado después de la reforma impulsada recientemente por el Ayuntamiento de Urduliz.

En este sentido, la intervención ha cambiado la imagen del centro y le ha permitido dar un nuevo aire diáfano, moderno y acogedor a la primera planta, donde se reúnen a diario las personas jubiladas.

De esta forma, la reforma ha consistido en la adquisición de nuevo mobiliario, principalmente sillas y mesas, que han sustituido a los antiguos sofás dando una mayor sensación de amplitud, además de nuevos estores que ofrecen una gran luminosidad. En total, el Consistorio ha destinado 8.800 euros para comprar estos nuevos equipamientos, además de pintar las paredes y acondicionar el espacio destinado a la biblioteca junto con otros pequeños arreglos ejecutados por medio de la brigada municipal.

“Las sillas son muy cómodas y seguras, y las mesas están muy bien para tomar un café o jugar una partida”, describe Francisca Morales, presidenta de la agrupación, quien agradece la ayuda prestada por el Ayuntamiento. “Se han portado muy bien con nosotros”, agrega.

A este respecto, los propios usuarios han sido los que han elegido los colores de su nueva sede, donde ahora predominan los tonos grises y blancos que otorgan una gran claridad a la sede. Asimismo, el centro también incluye una oficina para llevar a cabo las tareas administrativas de la asociación y otro espacio destinado a la asistente social municipal.

“Es un espacio de encuentro para todos los jubilados del municipio en el que nos reunimos a diario y donde podemos disfrutar de nuestras aficiones y pasar un buen rato. Además, estamos muy a gusto porque no hace frío”, explica Francisca a quien todos conocen como Paqui.

El centro se abre todos los días de nueve de la mañana a ocho de la tarde, exceptuando los jueves, el día de descanso semanal del servicio de hostelería ubicado en la planta baja. Un ascensor permite salvar las escaleras y conecta directamente con la primera planta, garantizando así la accesibilidad de todas las personas. “En el bar nos cuidan mucho e incluso nos suben el café”, apunta Paqui.

Allí cada día los jubilados se reúnen para charlar, jugar extensas partidas de cartas y parchís o leer tranquilamente alguno de los volúmenes de la biblioteca. Sin embargo, no todo es relax. Siendo conscientes de la importancia del envejecimiento activo, en las inmediaciones del centro realizan también actividades físicas y llevan a cabo paseos por el entorno.

Para coordinar todas las actividades y diseñar otras nuevas, Paqui cuenta con la ayuda de su junta directiva, formada por María del Mar Ruiz, Itziar Madariaga, Alfredo Tetuá y Magdalena Hidalgo. Los próximos eventos que tienen previsto realizar son una comida navideña en diciembre en el Palacio San Joseren y luego el año que viene confían en poder retomar las excursiones de día si la pandemia y la situación sanitaria se lo permite.

En breve

Reforma. El Ayuntamiento de Urduliz ha reformado la sede del hogar del jubilado, dotándole de una nueva imagen. Se ha adquirido nuevo mobiliario, principalmente mesas y sillas, además de nuevos estores, y también se han pintado las paredes y se ha acondicionado la biblioteca.

Inversión. El Consistorio ha invertido 1.400 euros en la adquisición de estores y 7.400 euros en mesas y sillas, además del trabajo de la brigada de obras municipal.

Sede. En la primera planta del hogar del jubilado se encuentra la sede de la asociación Beti Lagunak, que integra a 290 socios.

Junta directiva. La agrupación está dirigida por Francisca Morales, María del Mar Ruiz, Itziar Madariaga, Alfredo Tetuá y Magdalena Hidalgo.

Presidenta

Francisca morales

La dirigente de la agrupación Beti Lagunak se muestra satisfecha con el resultado de la reforma y agradece la ayuda del Ayuntamiento. “Se han portado muy bien con nosotros”, destaca. Además, han participado activamente en el acondicionamiento del local, con la elección de los nuevos colores. “Estamos muy a gusto y la gente se lo pasa muy bien aquí, tomando un café o jugando una partida”, resume.