La segunda planta de Fadura tendrá tres zonas diferentes

Estas labores que acometerá el Ayuntamiento de Getxo tienen dos particularidades. Por un lado, han sido diseñadas tras un proceso participativo en el que se han involucrado cuarenta personas, ya que estas obras se enmarcan en el proyecto Thinking Fadura, que rige la transformación del polideportivo en un parque abierto. Y, por otra parte, el trabajo, realizado junto al estudio getxotarra Abad Diseño, se basa en los principios de economía circular, con el objetivo de trabajar con materiales reciclados o reutilizados y de productos manufacturados en desuso. Con estas premisas, la segunda planta del edificio principal de Fadura, que hoy en día incluye la galería del txikipark, la zona multiuso y el aula de estudio, verá modificada su imagen. Habrá tres zonas diferencias, en las que prevalecerán los lugares para estudiar o trabajar. Toda la reforma busca la mejora del rendimiento de los espacios teniendo en cuenta los diversos aforos que se dan durante el día, el aumento del confort de las personas usuarias y, por último, la racionalización del uso de la zona de multiactividad para dar solución a la diversidad de necesidades que surgen en el mismo espacio.

En cuanto al mobiliario, se han seleccionado tres prototipos que contribuirán a mejorar en una primera fase de implementación el rendimiento y el confort en los diferentes espacios. Se trata de una mesa de estudio diseñada reutilizando las mesas actuales, una butaca elaborada con material plástico en desuso y una nueva mesa grande, que ofrecerá una mejora significativa en cuanto a la capacidad de aforo. En septiembre se llevará a cabo el testado de las piezas siguiendo, como en todo el proceso, con el contraste y la participación de las personas usuarias.

Participación

Esta nueva configuración en el edificio principal de Fadura sale de una experiencia colaborativa vertebrada en torno a cuatro talleres de cocreación, con la participación de personal de Getxo Kirolak, personas usuarias del espacio, que ayudaron a detectar las necesidades de estas zonas, y profesionales que, desde un conocimiento experto en el diseño de interiores y la economía circular, facilitaron el proceso desde lógicas de laboratorio ciudadano. A pesar de las dificultades para poner las inquietudes en común debido a los efectos provocados por el covid-19, el equipo de trabajo ha avanzado durante estos meses con talleres presenciales antes del confinamiento y, después, con encuentros por videoconferencia en los que se recogieron las aportaciones y necesidades de las personas usuarias de la zona social y de las salas de estudio.

“En Getxo Kirolak pensamos que, a pesar del momento complicado en el que se ha desarrollado este laboratorio, hemos generado un espacio de trabajo significativo, no solo por las más de cuarenta personas participantes con diferentes niveles de compromiso, sino también por los resultados obtenidos”, valoran desde la entidad deportiva local.