Carlos Zárate

Urduliz - Eléctrico, competitivo, con gran capacidad de salto y comprometido en defensa. El getxotarra Iñigo Santa Coloma está demostrando tener unas cualidades óptimas para la práctica del balonmano. A sus 17 años -en julio cumplirá la mayoría de edad- está despuntando esta temporada en el equipo de Urduliz, donde milita en el senior masculino a pesar de estar aún en edad juvenil. "Jugar con gente de mayor edad es un reto que me apetecía mucho este año. Me enfrento a jugadores más fuertes, que me exigen más, pero estoy disfrutando", señala. En el club tienen claro de que tienen entre manos un auténtico diamante en bruto de "mucha proyección", destaca su técnico Asier Abad.

En este sentido, a pesar de que su equipo está inmerso en una fratricida pelea por evitar el descenso en Primera Nacional, tras lograr el ascenso la campaña anterior después de trece años, sus destacadas actuaciones le han servido para recibir la llamada de la selección española. "Al principio fue un shock, pero tengo muchas ganas", desvela. Así, está semana se concentrará en Guadalajara con el combinado estatal para después volar a Atenas, donde disputará los Juegos del Mediterráneo. "Será una gran experiencia en la que tratará de aprender lo máximo tanto de mis compañeros como del cuerpo técnico", indica.

El gusanillo del balonmano le entró a los 9 años, a pesar de que su familia era "más bien futbolera". Tras probar en otros deportes, le vieron aptitudes para poder triunfar en el balonmano y en el equipo del colegio, Askartza, comenzó su andadura en este deporte. Después pasó al Urduliz, club en el que milita desde hace tres temporadas, y es un habitual de las convocatorias de Euskadi. No obstante, aunque el deporte ocupa gran parte de su vida, no descuida sus estudios. "Me gustaría poder disfrutar del balonmano al más alto nivel y voy a darlo todo por hacerlo, pero tengo claro que tengo que seguir con los estudios", sostiene. Actualmente inmerso de lleno en los exámenes de segundo de Bachiller, por el momento se organiza "bien" para compaginar ambas responsabilidades.

Evolución Cuando el equipo urduliztarra se estaba jugando el todo por el todo la temporada pasada en su lucha por retornar a la categoría estatal, Iñigo les echó una mano a pesar de ser juvenil de primer año. "Pude vivir la fase de ascenso con el primer equipo y lo disfruté al máximo. Esa experiencia me ha permitido tener una mejor adaptación este año", desvela. El técnico urduliztarra, Asier Abad, vio en él unas cualidades innatas para reforzar el equipo. "Es un proyecto de futuro del club. Es un extremo muy rápido y explosivo. Posee buen carácter competitivo y a nivel ofensivo cuenta con buenos recursos a la hora de finalizar las jugadas. Llega rápido de portería a portería", describe. No obstante, considera que a pesar de su rápida adaptación esta temporada todavía le queda margen de mejora. "Hay mucho que aprender porque todavía le cuesta regular los impulsos", añade.

Sobre esta línea, califica su primera temporada en el equipo senior como "extraordinaria", puesto que pese a su juventud está gozando de "mucho protagonismo". Y eso que la temporada está siendo "complicada" debido a la exigencia de la categoría en un proyecto. "nuevo que nos está costando. Hay 16 equipos y estamos cuartos por la cola, pero somos muchos los implicados en la pelea por evitar el descenso, que está a cinco puntos", desvela Abad. Sin embargo, a pesar de las dificultades, el conjunto urduliztarra tiene buenos mimbres de futuro ya que la media de edad del equipo se sitúa en 21 años. "Contamos con jugadores muy jóvenes y, quizás, en algunos partidos nos está faltando cerrarlos, fruto de la inexperiencia", concluye el técnico.