El palpitar de Eskuinaldea

La voz cantante de la noche la llevará el coro de Lemoiz. Esta agrupación de la parroquia de Urizar se remonta “a tiempos inmemoriales”, tal y como refleja uno de sus actuales responsables, Luis Fernando Bengoetxea. Así, actualmente está formado por catorce personas, al 50% hombres y mujeres. “También ayudamos al coro de Armintza cuando se necesita”, explica Bengoetxea, quien agradece especialmente la dedicación de la organista Edurne Bergara. “Viene desde Bilbao cada vez que hay una ceremonia”, desvela. De este modo, con el paso de los años, el coro de Lemoiz se ha convertido “en una gran familia”.

También hay una perfecta sintonía entre los que forman parte de la escuela de surf Peña Txuri, que se fundó en 1989 para “ofrecer a todos los vecinos de Sopela la posibilidad de conocer y aprender todos los secretos de este deporte”. Según destacan sus responsables, los fundadores tenían como objetivo “transmitir a las nuevas generaciones todos los valores necesarios para mantener y cuidar este deporte, entorno y cultura, que tanto amamos, asegurando a generaciones futuras, poder disfrutar de lo que para ellos era un honor y privilegio”.

También difunde los valores del deporte otro de los galardonados en los XII Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak: el Club de Balonmano de Urduliz, que, además, saborea un año histórico porque la parroquia urduliztarra ha podido festejar el ascenso del equipo senior masculino a Primera Nacional. El conjunto, después de trece años militando en Liga Vasca, logró el pasado mayo el exitoso billete. “Este año hemos pasado a tener ya más jugadoras que jugadores”, señala, por otro lado, el presidente de la entidad, Diego Izquierdo.

Y si en la comarca hay un nombre de mujer ligado al deporte ese es el de Ziortza Villa. “El mundo necesita más gente feliz”, escribía esta semana la gorliztarra en sus redes sociales. Ella lo es y también es luchadora, guerrera, soñadora, talentosa, tenaz? Y, sobre todo, una número 1. La ciclista de ultrafondo es una verdadera crack que parece no conocer límites. Sus piernas acumulan incontables kilómetros. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio, sumó 773 en Eslovenia para proclamarse campeona de Europa de 24 horas en lo que fue su primer triunfo internacional. Pero dos semanas después, se colgó el que ya es su cuarto título en el campeonato de España. Y, por delante, ahora asoma un reto mayúsculo: el Campeonato del Mundo de 24 horas Contrarreloj, que se celebrará los días 1 y 2 de noviembre en el desierto de Borrego Springs, en California (Estados Unidos). “El triunfo en el Campeonato de Europa, donde pude dar mi máximo nivel, me ha dado mucha confianza. Me ha reafirmado para poder ir al Mundial a por todas”, exclama. Pero además de ciclista, Villa también es fisioterapeuta en el hospital de Cruces. Trabaja 35 horas semanales y dedica otras 25 al deporte que le apasiona.

Otro nombre propio de la noche será el de Iñaki González. Con apenas 16 años inició su andadura en el grupo Otxandategi Dantza Taldea y, poco a poco, fue tomando las riendas de la institución. Ahora acaba de cumplir medio siglo al frente del mismo. Por eso, Iñaki González es toda una institución en Berango. Acaba de ceder el testigo a una junta gestora y cuando echa la vista atrás, se queda con el enriquecimiento personal que ha supuesto conocer a las personas que han formado parte del grupo. “Durante estos 50 años han pasado más de 500 personas por Otxandategi Taldea”, subraya.

Y hablando de grandes cifras, también lo son los 1.100 alumnos que tiene en la actualidad la ikastola San Nikolas, sumergida ahora en un “gran proceso de innovación” para adaptarse a “las nuevas formas de aprendizaje”, como reconoce su director, Josu Elortegi. Ese es el reto al que se enfrenta este centro de Getxo, que ya ha sabido adaptarse a los cambios con anterioridad, puesto que acumula más de cincuenta años de enseñanza.

Y más números: 289 son los socios de la asociación de jubilados Beti Lagunak de Urduliz, un claro ejemplo de envejecimiento activo. “A lo largo del año, ofrecemos clases de gimnasia, salidas al monte, visitas a museos, excursiones a otros pueblos, organizamos campeonatos de brisca y tute, etc.”, detalla su presidente, José Mari Gondra. Otra asociación que será reconocida en la ceremonia del jueves será Ambar Elkartea, una sociedad para el estudio y la conservación de la fauna marina. Actualmente cuenta con más de 120 socios y su objetivo principal es promocionar el conocimiento y el interés por la fauna marina, a través de la realización de estudios científicos y actividades de conservación y divulgación donde cualquier persona interesada pueda participar. “Ahora con las redes sociales tenemos mucha más visibilidad”, señala Leire Ruiz, presidenta de la agrupación.

Histórico Uno de los premiados de la noche del próximo jueves tiene 110 años. Será el más veterano de la gala, aunque seguido de cerca por el Hospital de Gorliz y su siglo de andadura. Pero el establecimiento de electricidad de Fernando Ortiz, en Las Arenas, nació ya en 1909 para ayudar a empresas y ciudadanos con las instalaciones eléctricas. El negocio, con la familia Ortiz al frente, generación tras generación, ha sabido adaptarse a los tiempos, mantenerse a pie de calle y seguir con el trato cercano y profesional de siempre. Además, desde hace unos años, también se dedican a la restauración de lámparas antiguas.

Unos cuantos años de trayectoria acumula también Leioa Saskibaloi Taldea, puesto que lleva treinta años tirando a canasta. “Somos un club de formación y ese sigue siendo nuestro principal objetivo”, enfatiza el presidente, Juan Ramón Rodríguez, que suma como máximo mandatario casi tantos años como tiene el club. Y la gala tendrá más deporte, de la mano del Kakarraldo. “Empezamos, allá por 1979, en precario, cuando no había campos de rugby en Bizkaia. Íbamos a jugar a un patatal a Derio, allí nos duchábamos con agua fría en invierno?”, rememora Igor Bolinaga, el presidente del club plentziarra que domina el balón ovalado y que este 2019 celebra su 40 aniversario. Es difícil extraer momentos especiales de un recorrido de cuatro décadas, por eso, Bolinaga se queda con “toda la trayectoria” y con “las amistades que se crean en el rugby, que son para siempre”.

También es fundamental la amistad para Andrak, la asociación sociocultural de mujeres de Leioa. Hace casi treinta años que empezó su andadura y hoy, son 3.200 miembros, aunque las que participan activamente son cerca de 600. Una gran cifra de empoderamiento femenino. “Estábamos en el centro de promoción de la mujer y unas cuantas pensamos: Esto se nos queda corto; hay que hacer algo”, recuerda la presidenta de Andrak, Ana Céspedes. Y por eso, en abril de 1990 se formalizó esta asociación. “Queríamos sacar a la mujer de casa, que no sintiera el síndrome del nido vacío, que llenara sus huecos: tomando un café con amigas, hablando para contar sus cosas?”, asegura Céspedes. Y también con la enorme cantidad de talleres que organizan.

Otro de los focos de la noche se dirigirá a un ilustre vecino de Gorliz. El 29 de junio de 1919, el entonces sanatorio marino para niños afectados por la tuberculosis abría sus puertas en la bahía de Astondo. Este año, por lo tanto, se cumple el centenario de un hospital “puntero” en ámbitos como traumatología, ortopedia y rehabilitación, tal y como destacó el lehendakari, Iñigo Urkullu, en una visita a sus instalaciones el pasado mes. Actualmente, el hospital de Gorliz cuenta con 179 camas y una plantilla de 339 personas. Solo durante el pasado año, el centro atendió a más de 2.300 personas ingresadas y a más de 40.000 personas en las consultas externas.

Otros de los premiados de la noche serán las personas que son el corazón del proyecto Getxo Lagunkoia, que persigue desarrollar iniciativas que contribuyan a diseñar un municipio amigable con los mayores. Así, el grupo motor trabaja y aporta su visión en torno a ocho ejes de investigación: transporte, vivienda, tejido social, respeto e inclusión, participación, comunicación e información, servicios sociales de salud, y espacios al aire libre y edificios.

Por último, qué mejor lugar para despedir este artículo que el Golfo Norte de Barrika. En 1993, tres socios, pero ante todo tres amigos, decidieron abrir un local de hostelería que hoy en día es una auténtica referencia. “Han sido 26 años de duro trabajo”, explica Carlos Sebastián, uno de los fundadores.