Getxo - 51 segundos y 93 centésimas pueden llevar a la gloria. Ese tiempo, dos pestañeos, dos chasquidos, valen oro. Hay horas de esfuerzo y trabajo condensadas en esos 51 segundos y 93 centésimas, pero es un momento fugaz protagonizado por Mikel Bildosola, que nadó en ese puñado de instantes 100 metros en una piscina. Así, pareció volar para llevarse el campeonato del mundo en categoría máster que tuvo lugar el pasado mes en Corea del Sur y establecer, además, un nuevo récord de la prueba. Todo con esos 51 segundos y 93 centésimas.

Como pez en el agua, este getxotarra acumula éxitos en la faceta deportiva que hay tras los años supremos de la élite. Lo último, ha sido la experiencia dorada en el campeonato del mundo +35 en el FINA World Masters Championships de Gwangju, donde, además, su club, el Getxo Igeriketa, conquistó otras seis medallas. “Desde fuera, puede parecer que la prueba fue coser y cantar, pero desde dentro, lo vives con muchos nervios antes, y luego nadando tuve algún fallo, pero no me puedo quejar. Fue muy bien; la marca fue la leche”, admite este nadador de 36 años, que sacó una notable ventaja al segundo clasificado. Además, Mikel obtuvo dos bronces en pruebas individuales y otros dos oros por equipos. O sea, un festín que se une al buen hacer de David Juiz, Zigor Díaz, Germán Zubiaur, Itziar Tardaguila? Una auténtica hazaña para el Getxo Igeriketa. “Hemos hecho historia, nunca nadie ha llevado un equipo que haya cosechado tantos logros. Estamos muy contentos, porque tú te alegras por lo tuyo pero cuando ganan los demás también es un subidón”, reconoce el getxotarra.

Y la competición se mezcló allí, tan lejos, con algo de turismo, claro. “Ya que te pegas 25 horas de viaje...”, bromea Mikel. “Visitamos la ciudad en la que estábamos, Gwangju, que tiene tres millones de habitantes, y luego nos fuimos a una isla que hay en el sur, que es un destino turístico de japoneses y coreanos y bueno, nos gustó, pero sin más. También estuvimos en Seúl. El país es muy curioso y llama la atención que es muy seguro; puedes ir tranquilamente por el sitio que tú piensas que es el peor y nada, no pasa nada”, comenta este deportista campeón. “Al principio, solo iba a ir yo, porque es un poco jaleo un viaje así. Pero al final, convencí a algunos de mis compañeros, porque por nosotros mismos no íbamos a escoger ese país como destino de vacaciones. Así que al fuimos siete y vino también la novia de uno”, describe Mikel. Realmente ir hasta Corea del Sur es un “jaleo”, sobre todo, por las cuestiones económicas. Porque estos nadadores tuvieron que cubrir con todos los gastos. “Hay unas marcas mínimas que pone la Federación Internacional para poder ir a un campeonato del mundo. Para el nivel que tenemos, no son complicados. Por lo tanto, hay que nadar por debajo de esos tiempos y luego tener ganas y dinero. Ponemos íntegramente todo de nuestro bolsillo”, admite este getxotarra, que únicamente cuenta con un patrocinador de bañadores: Finis.

Una filosofía Mikel, que ya triunfó hace dos años en el campeonato del mundo de Budapest, saborea así “una segunda juventud”, después de “toda una vida nadando”, como indica. Este getxotarra tiene una visión particular de este deporte. “Monté una asociación con mi filosofía de entrenamiento, que es la de menos es más. En España, se tiende a dedicar mucho tiempo a entrenar, cuando la sociedad ya no va a eso; nadie hace deporte seis horas al día. Hacemos campamentos con chavales en los que trabajamos la técnica de la salida, los virajes, los estilos? Muchas veces, se invierte demasiado tiempo en entrenar y entrenar y no se invierte en perfeccionar. Además, creo que también hay que disfrutar de la vida, no tienes por qué perderte ese viaje de verano porque hay que empezar ya a entrenar y cosas así”, opina. Todo ello es Swim Camp Getxo, “un nombre muy americano”, afirma entre risas Mikel, un campeón del mundo.