NO hace falta recurrir a trucos para hacer fotos... no tienes que hacer posar a nadie ante la cámara. Las fotos están ahí, esperando que las hagas. La verdad es la mejor fotografía, la mejor propaganda”, afirmó el fotoperiodista húngaro Robert Capa. Y en busca de las mejores instantáneas de las fiestas de San Pedro de Sopela se lanzaron los 24 participantes en el primer rally fotográfico de la localidad, gracias al impulso de la Asociación de Fotografía de Uribe Kosta, en colaboración con el Ayuntamiento. “Estamos muy satisfechos con la participación y la respuesta de la gente. Para ser la primera edición está muy bien”, valoró Ángel Valero, uno de los responsables.

En la fotografía, “lo más importante no es la cámara, sino el ojo”, según afirmó el fotoperiodista prusiano Alfred Eisenstaedt, autor de una de las imágenes más icónicas de todos los tiempos como es la del beso entre el marinero y la enfermera en Times Square durante las celebraciones del final de la Segunda Guerra Mundial. Por eso los participantes en la competición buscaron ese prisma distinto que les permitiera inmortalizar las fiestas desde un punto de vista único y singular. Para ello, tras completar la inscripción, los participantes recibieron las instrucciones por parte de los organizadores. Estas consistieron en realizar fotografías sobre cinco requisitos: color, blanco y negro, abstracto, curvas y amor. La temática era libre, pero tenía que tener relación con el ámbito festivo. Por este motivo, cámara en mano, los fotógrafos se pusieron manos a la obra.

Por el entorno de la plaza Jauregizar se movieron los sopeloztarras Aitz y Gonzalo en busca de inmortalizar algunas de las actuaciones que tuvieron lugar como el aurresku bailado por el grupo Eguzkilore dantza taldea o el pasacalles desde la plaza del ayuntamiento hasta la plaza Jauregizar con Barinatxe Txistu Taldea de Sopela, Gigantes de la Txantrea y Sopelako panderojoleak. “Nos gusta la fotografía, sobre todo, inmortalizar temas de arquitectura, naturaleza y familiares”, explicaron.

También hubo quien buscó la inspiración en el parque infantil situado en la escuela Zipiriñe, que hizo las delicias de los peques. “El único requisito que les hemos pedido a los participantes es que si fotografían niños o menores estos no sean reconocibles”, advirtió Valero. En este sentido, el responsable de la organización señaló que con esa lista de temas pretendían “promover la imaginación” de los participantes. “No queríamos que fueran temas muy sencillos, sino que tuvieran que romperse un poco la cabeza”, agregó. Así, por ejemplo, la temática abstracta fue una de las que más costó a los participantes. “No tengo muy claro cómo enfocarlo”, indicó el sopeloztarra Israel. También el amor resultó una temática de amplias miras. “Abarca muchas cosas”, expuso la leioztarra Karmele, que lleva un año y medio en el mundo de la fotografía. “Me gusta sacar paisajes y autorretratos artísticos”, apuntó.

De este modo, un abrazo fraternal o un beso fueron algunas de las instantáneas que retrataron los participantes para presentar a concursos sus fotografías en la temática referida al amor. Alguno incluso se inspiró en imágenes que han marcado una época como la Eisenstaedt al final de la guerra en Nueva York, pero trasladas a la calle Akilino Arriola y con un beso sobre el paso de cebra junto a la plaza del Ayuntamiento. “Hay veces que hay que forzar un poco la foto”, manifestó el bilbaino Jon, autor de la instantánea.

Por último, hoy se conocerá a las 20.30 horas, en la plaza del ayuntamiento, el fallo del jurado, compuesto por miembros de la Asociación Fotográfica Denbora de Barakaldo y de Astrabuduko Fotoclub. Habrá dos categorías de premios y “el ganador de la categoría local no puede coincidir con el de la categoría principal”, explican. Las veinte fotografías ganadoras se expondrán en Kurtzio al final del verano.