UNOS llevan entonando con fidelidad los ritmos de Santa Águeda durante 35 años; los otros multiplicarán el pegadizo estribillo mañana por 47. Unos recorren con el mejor de los ánimos y los espíritus el corazón de Leioa; los otros no fallan en su querida Plentzia y, además, se van a los municipios de alrededor. Ambos son alegría, son diversión, son sentimiento y, por supuesto, son tradición. También ambos tienen como seña de identidad ese típico vaso de vino... Ese: el genuino de Bilbao, y por ende, de Bizkaia. De eso va esta previa de un día de voz y música en Eskuinaldea y Uribe Kosta: de cuando los txikiteros cantan a Santa Águeda.

La cuadrilla de Udondo participará en la que será ya la trigésima edición del concurso de Santa Águeda que promueve el Ayuntamiento de Leioa y por eso, mañana saldrá por su barrio. “Pero nosotros llevamos cantando desde el 84”, matiza Andrés Bilbao. “Yo tenía un bar y ya entonces se estilaba cantar, aunque sobre todo lo hacían los niños; adultos había pocos, al menos por nuestra zona, así que unos cuantos que nos juntábamos allí pensamos: ¿Por qué no nos preparamos un poquito y salimos a cantar por Santa Águeda?”, rememora este miembro de los txikiteros de Udondo. Esas fueron las primeras notas de este grupo que después, siempre ha tomado parte en el certamen de cantos de Leioa. “¡Alguna vez ya hemos ganado!”, apunta Andrés. Y es que ellos -a día de hoy se juntan unas 25 personas- y San Bartolomeko Agate Deuna Abesbatza son los más veteranos en este concurso que se divide en dos categorías: hasta 16 años (mañana y tarde) y mayores de 16 años (tarde), y que se extiende hasta por cinco zonas de la localidad leioaztarra: Lamiako, Pinueta-Ibaiondo, centro urbano, San Bartolomé/Basaez-Artatzagana y Kandelazubieta-Udondo. Hay premios en juego; concretamente, se reparten tres: uno que consta de 400 euros, trofeo y diploma; otro de 300, además de trofeo y diploma y el último, de 200 y también los otros dos regalos para redondear.

En Plentzia, mientras, los txikiteros hacen doblete. “La víspera de Santa Águeda vamos a los pueblos cercanos: Gorliz, Barrika, Lemoiz, Sopela y Urduliz, y el propio día 5, cantamos por Plentzia”, explica Koldo Utxupi. Bueno, en realidad, al periplo cantarín de esta cuadrilla hay que sumarle un día más, porque “a finales de febrero o en marzo, vamos a la residencia de Barrika”, señala Koldo. Porque los txikiteros de Plentzia recogen fondos con sus voces para los mayores que están allí y claro, tienen que llevárselo pero acompañado de unos cánticos que son más que bien recibidos. “De hecho, por eso nació esta tradición hace 47 años, estaba mi suegro entonces y eran seis personas en total, y se decidió empezar a cantar y recaudar dinero para la residencia pública de Barrika”, incide Koldo. Décadas después, esta liturgia sigue en pie y mañana y el martes, unas 35 voces masculinas, dirigidas por dos mujeres, rendirán tributo a Santa Águeda. “Es ya una tradición asentada, se ha ido heredando y esperemos que no se pierda, porque no es fácil que los jóvenes se impliquen”, asume este integrante de los txikiteros de Plentzia que ya acumula 19 años de melodías y makilas.

Y así, los hombres cantarán a Santa Águeda, que es la protectora de las mujeres en general, así como de las enfermedades propias de este sexo como los partos difíciles, los problemas de la lactancia o el cáncer de mama.