La Junta de Ayuda a Enfermos de Durango y Iurreta (JAED) se ha renovado en su totalidad. La entidad benéfica ha dado a conocer nuevas caras que se han adherido al proyecto para coger el relevo de la dirección saliente de la agrupación. Nueve mujeres y cuatro hombres cogen desde ahora las riendas para hacer frente a los retos que suponen ayudar a los más desfavorecidos de la comarca. Para presentarlos, se llevó a cabo una asamblea general de socios, donde además de los puntos habituales de presentación de la memoria y la previsión para el año, se aprovechó la oportunidad para dar a conocer la nueva junta. "Contamos con muchas caras nuevas para dar un impulso y que JAED siga creciendo día a día. Miramos hacia el futuro con ganas de seguir aportando", explicó Susana Lorenzo, vicepresidenta de la entidad. La jornada de presentación sirvió también para rendir un pequeño homenaje a todos y todas los que anteriormente han pasado por JAED, nombrando como Presidenta Honorifica a María Eugenia Uncilla. "Sin todos los que dieron su tiempo y esfuerzo no hubiésemos podido llegar a ser una de las asociaciones más destacadas en obra social de Durango e Iurreta", destacaron satisfechos con su trayectoria desde la junta benéfica.

En lo que a los cargos se refiere, Estibaliz Zurikarai será la presidenta; Susana Lorenzo, vicepresidenta; Elvira Zalba, secretaria; Iñigo Murgoitio, tesorero, y como vocales, Mila Tellería, M. Carmen Tellería, Begoña Bilbao, Alberto Ortuzar, Begoña Jimenez, M. Cruz Vicario, Jose Luis Zuloaga, Javier Lizundia, Reyes Arruabarrena y Glori Andrés.

La Junta de Ayuda a Enfermos de Durango y Iurreta (JAED) continúa inmersa en la recogida y distribución de alimentos para ayudar a las familias más necesitadas de la comarca. En este sentido, desde que se declaró el estado de alarma en marzo de 2020, las necesidades de los más desfavorecidos han aumentado considerablemente en la comarca. Como consecuencia, la incansable labor de la JAED también se vio incrementada a raíz de la crisis sanitaria.

Fundada en 1963, han pasado 59 años desde que un grupo de jóvenes durangarras, pertenecientes a movimientos de Acción Católica con inquietudes sociales, contactaron con Luciano Francés, sacerdote de la parroquia de Santa María de Uribarri y aunaron sus esfuerzos para constituir la ahora JAED. Con el objetivo de ayudar a los enfermos y necesitados de la época, dieron sus primeros pasos.

Con los necesitados

Uno de los más significativos consistió en invadir Durango con rótulos de JAED para sembrar la inquietud de la ciudadanía y lograr que la junta se diera a conocer. En este sentido, fueron muchos los que creían que era una acto político, hasta el punto de asociar sus iniciales con José Antonio Aguirre. Las sospechosas letras llevaron a algunos miembros de la junta benéfica a tener que declarar ante Guardia Civil para explicar cuál era su cometido. Durante todo este tiempo, la agrupación se ha dedicado a atender a aquellas personas y familias socialmente excluidas, como desempleados de larga duración, familias uniparentales y con escasos recursos económicos, familias afectadas por desahucios, personas inmigrantes y personas sin hogar.

En la actualidad, la junta benéfica la conforman poco más de un centenar de socios, con una directiva de 12 miembros y el trabajo de numerosos voluntarios que aportan su ayuda de manera altruista para que las diferentes iniciativas, orientadas siempre al beneficio de los más necesitados, salgan adelante. Convertidos en referente solidario, garantizan que seguirán peleando día a día por esta gran causa.

"Contamos con muchas caras nuevas para dar un impulso y que JAED siga creciendo día a día"

Vicepresidenta de JAED