El departamento de Seguridad del Gobierno vasco abrirá una nueva oficina de atención al ciudadano en la estación de Abando, en Bilbao, con el objetivo de atajar la delincuencia en la zona. Aunque en cifras generales la conflictividad en el distrito se ha reducido desde hace tres años, el entorno de la estación ha sido escenario en los últimos tiempos de varios sucesos que han desatado la alarma en la zona.

La de la estación de Abando será la tercera oficina de atención al ciudadano con la que contará la Ertzaintza en Bilbao -junto a las de Indautxu, Zabalburu y Txurdinaga-, además de la comisaría de Deusto. Estas oficinas, aunque disponen de un horario de apertura más reducido que el de las comisarías, que están abiertas las 24 horas del día, tratan de prestar un servicio más cercano y rápido al ciudadano que quiere interponer alguna denuncia, de forma que no tenga que desplazarse hasta alguna de las comisarías para hacerlo. En el caso de los delitos más graves o que requieran servicios más especializados, son estos mismos agentes los que derivan a los denunciantes a la comisaría más cercana, donde se puede tramitar el incidente.

La nueva oficina, que ocupará un local cedido por Adif -entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana- contará con una superficie total de algo más de 50 metros cuadrados. El acceso será desde el interior de la estación de Abando, en concreto desde el andén 8, el de la zona izquierda según se mira hacia la playa de vías exterior. La fachada se retranqueará hacia dentro en este punto y se pintará de rojo para que sea fácilmente identificable, además de contar con un escudo retroiluminado de la Ertzaintza en la parte superior. Fuera del horario de atención, la fachada se cerrará mediante una persiana motorizada.

En el interior, con una zona de recepción y de espera, con una fila de asientos; una sala de denuncias, a la que se accederá con el permiso de la persona de recepción, y una zona de estar y aseo, ambos de uso exclusivamente policial. Los ciudadanos que quieran interponer una denuncia accederán por el andén, explicarán y facilitarán sus datos al policía que se encuentre en el puesto de control y esperarán hasta que se les dé paso. Una vez en la sala de denuncias, informarán del suceso al agente y saldrán de nuevo al andén.

En la parte posterior, se habilitará una salida directa al aparcamiento, a través de una nueva escalera que dará acceso a las dos plazas de aparcamiento previstas para los vehículos policiales. Los ertzainas, dos por turno, accederán al local por aquí.

El horario previsto de apertura es de 8.00 a 18.00 horas, todos los días de la semana. Fuera de esta franja, los ciudadanos que lo necesiten pueden dirigirse al resto de puntos de atención y comisarías tanto de la propia Ertzaintza como de la Policía Municipal.

El objetivo del departamento de Seguridad con este nuevo servicio es tratar de atajar la delincuencia tanto en la propia estación como en su entorno más cercano. Aunque los delitos de los que tienen constancia tanto la Policía Municipal de Bilbao como la Ertzaintza reflejan una disminución de los mismos en el distrito de Abando -de los 9.686 de 2019 se pasó a 6.680 en 2020, el año en el que comenzó la pandemia, y a 7.883 en 2021, todavía con importantes restricciones de movilidad-, casi un tercio de los hechos delictivos de la capital vizcaina se concentran en esta zona. Un 30,3%, para ser exactos, de los 25.949 en total que se denunciaron el año pasado. Pero más que por su cuantía, lo que más llama la atención es la virulencia de los últimos sucesos. Sin ir más lejos, el 30 de septiembre del año pasado un joven de 18 años moría en el hall de la estación tras ser apuñalado por un menor. Pocos días después, los vigilantes de seguridad denunciaban la "escalada exponencial del grado de violencia de las agresiones" que estaban sufriendo. El exjugador del Amorebieta Ibon Urrengoetxea, Urren, de 43 años, falleció el 23 de diciembre de 2017 tras sufrir un robo con violencia en la esquina de la calle Navarra con Ripa y días después, un grupo de jóvenes agredió brutalmente a otros en la estación del metro de Abando para robarles.