Ya lo recoge la radiografía elaborada por la Diputación foral de Bizkaia que la educación, junto con la renta, son las dos fortalezas del territorio. ¡Fíjense sí será así, que incluso hay en Bilbao ladrones que de ser sorprendidos tras sustraer el móvil piden disculpas a su víctima y se lo devuelven sin rechistar! "¡Lo siento, te devuelvo el móvil!", le dijo el susodicho al marido de Amelia, una turista catalana a la que le levantaron el teléfono en el interior del tranvía de Bilbao en plena Semana Santa.

Ironías a parte, y siendo conscientes de que esta es una excepción entre las tantas que se producen en la ciudad, los hurtos de carteras y móviles están a la orden del día. Las épocas vacacionales son las propicias para que los amantes de lo ajeno se muevan como pez en el agua en estaciones de metro, tren, autobús o tranvía. Fue en la estación del tranvía del Arriaga donde Amelia, una turista catalana pilló in fraganti al caco que le levantó el móvil.

La turista catalana estuvo rápida y sorprendió al ladrón con las manos en la masa, o mejor, con las manos en su móvil donde ella misma confiesa que lleva su vida entera. Todo sucedió rápido, tanto que incluso quienes la acompañaban ni se percataron de lo que había pasado segundos antes en el interior del vagón del tranvía. "Estuve hablando por teléfono y cometí el error de metérmelo en el bolsillo. Fue ahí cuando vio mi teléfono y fue a por él", explica la turista catalana. Cuando llegaron a la parada de tranvía de Arriaga, Amelia cuenta cómo notó que le retiraban el móvil del bolsillo: "Desde el primer momento no me dio buena espina. Noté cómo me estaba mirando. Le vi venir", afirma. Y añade: "Los robos están a la orden del día en ciudades grandes como Barcelona y una ya va con la mosca detrás de la oreja", confesó la mujer.

En ese instante se abrieron las puertas de los vagones y aprovechando la salida de los pasajeros, el ladrón abandonó el tranvía tras haber sustraído el móvil a la turista catalana. "¡Eh, tú, me has robado el móvil! ¡Sí, tú! Devuélvemelo ahora mismo!, le gritó rotunda y sin vacilaciones. En ese momento quienes acompañaban a Amelia también reaccionaron y fueron tras el caco que en ningún momento se mostró nervioso, ni tampoco hizo un amago de huir corriendo del lugar. "Se pudo haber marchado, pero no lo hizo. Yo creo que le acojoné", bromea Amelia. En ese momento el joven, de unos veinte años, sacó del bolsillo trasero del pantalón el móvil robado y se lo entregó a Josep, marido de Amelia: "¡Lo siento, te devuelvo el móvil!", le dijo para su sorpresa. "¡Encima me dice lo siento, pero si en el móvil llevo toda mi vida. ¡Me pide disculpas y todo. Como si no lo volvería hacer!". Sin mirar atrás el ladrón huyó a pie hace el puente en busca de otra víctima a la que robar. El ladrón educado podría tratarse del mismo joven de 20 años que el miércoles fue sorprendido por varios agentes de la Ertzaintza no uniformados cuando robaba móviles a los viandantes en un paso de peatones. En su poder fue hallado otro terminal móvil que según se pudo verificar había hurtado poco antes a otro ciudadano. El hecho se produjo sobre las seis de la tarde cuando agentes no uniformados de la Ertzain-etxea de Bilbao que realizaban labores de protección ciudadana en un coche sin distintivos policiales, al llegar a la zona del puente Cantalojas vieron cómo un individuo introducía su mano en el bolsillo de la chaqueta de una mujer que se encontraba parada en un paso de peatones ante un semáforo en fase roja, haciéndose con el teléfono móvil que portaba en el mismo.

Al observar dicha acción delictiva la patrulla se apeó del vehículo en el que transitaba y procedió a dar el alto al presunto ladrón, al cual le fue retirado el móvil que acababa de sustraer para hacer entrega del mismo a la víctima.

En poder del sospechoso, que no portaba documentación alguna, fue hallado otro terminal móvil bloqueado de posible procedencia ilícita, pudiendo verificar que este se lo había sustraído también poco antes a un viandante. Ante esta situación y tras realizar las verificaciones necesarias el joven fue detenido y acto seguido trasladado a dependencias policiales para llevar a cabo los pertinentes trámites y luego ser puesto a disposición judicial.

CIUDAD SEGURA

Aunque las estadísticas proporcionadas por el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Bilbao recogen que la villa es "una ciudad segura", en cuanto a hechos delictivos graves, la urbe no se libra de los hurtos. De hecho, los delitos más frecuentes registrados en Bilbao son los hurtos -denunciado en 11.364 veces- y a continuación se situaron las estafas -con 3.138 denuncias- y en tercer lugar los catalogados como robos de fuerza en las cosas (que incluyen los robos en viviendas, en empresas, comercios y otros espacios cerrados). Tal y como ha concretado el viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, 1 de cada 5 delitos son estafas, la mayoría delitos informáticos. Sin embargo, y pese a estos hechos delictivos, que Bilbao se afianza como la tercera ciudad más segura del Estado lo corroboran sus cifras. Según el análisis de los delitos estratégicos conjunto por Ertzaintza y Policía Municipal de Bilbao, la tasa delictiva en la ciudad descendió el año pasado un 10,8% con respecto a los datos de 2019.