La pandemia ha aflorado muchos problemas mentales que permanecían ocultos y que tras el confinamiento y la reducción de las relaciones sociales se han incrementado. Los jóvenes no se han librado de cambios a los que han tenido que adaptarse en soledad. Conscientes de las necesidades y de los problemas que se presentan en el periodo de la adolescencia, desde el Área de Juventud del Ayuntamiento de Bilbao no han descuidado el contacto con este colectivo a través de las redes sociales y de diferentes foros.

"Los encuentros con los jóvenes no han cesado en todo este tiempo. Su bienestar nos preocupa. Seguimos preguntando y continuamos con los procesos de escucha activa para crear espacios donde este colectivo se sienta cómodo", explica la concejala de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao, Itxaso Erroteta. Partiendo de esta realidad y buscando el bienestar de la juventud fue como surgió -relata la edil- la idea de dar vida a las tertulias para jóvenes. Según ilustra Erroteta, coincidieron varios elementos que fueron clave para poner en marcha en un tiempo récord este servicio.

"En uno de los encuentros con jóvenes, María Cortadi. Nos pareció una idea genial, pero necesitábamos a los profesionales que lo pudiesen llevar a cabo", cuenta la edil.

Pero no pasó mucho tiempo hasta que el veterano psiquiatra Norberto Mascaró, preocupado por el incremento de los problemas mentales entre los jóvenes a raíz de la pandemia, envió al Ayuntamiento de Bilbao la solicitud para crear un espacio donde las personas pudiesen compartir sus problemas: "Me respondieron en dos días", apunta sorprendido el psiquiatra. Tenían ya todas las piezas para dar forma al puzle.

Además de Norberto, la psicóloga Vanesa Cerviño también se encarga de escuchar dos veces al mes a los jóvenes que deciden participar de estas tertulias. "Los chavales que vienen son encantadores y tienen muchas ganas por hacer las cosas. La temática que comparten es muy típica de su edad. Están encontrándose a sí mismos y elaborando su personalidad", expresa Vanesa. Por su parte, para Norberto es necesario crear espacios donde hablar, compartir y sentir y saber que te escuchan.

"Hay muchos estudios que reflejan que eso te ayuda. Nosotros trabajamos mucho con la conversación y el diálogo. Tenemos la hipótesis de que cuando alguien habla se puede intuir lo que está sufriendo. Nosotros dialogamos y conversamos. El pensamiento se abre", describe. Itxaso Erroteta asegura que seguirán con estos encuentros para dotar a los jóvenes bilbainos de las herramientas que les ayuden a afrontar los retos que les pone la vida.

Encuentros en La Bolsa

Nadie juzga y se respeta

Tertulias. Para que un grupo como el que se reúne cada quince días en La Bolsa de Bilbao funcione son varios los elementos que se deben tener en cuenta: "Hay que respetar y no abrir juicio de valores", aclara Norberto Mascaró. El reconocimiento de que hay personas diferentes es otro de los puntos a tener en cuenta. "Tampoco hay que meter en dedo en la llaga. Si un tema hace daño, no hay que insistir", aclara el psiquiatra. Según explica en cada uno de los encuentros con los jóvenes aprende algo nuevo. "Los participantes pueden participar solo como oyentes. El objetivo es que la gente se sienta a gusto y pueda ser escuchada sin presiones".