Este puente festivo ha venido acompañado de intensas lluvias, fuertes rachas de viento y la implantación del pasaporte covid en Euskadi. El lunes el temporal ha dado algo de tregua para que aquellos que se han animado a acercarse a Bizkaia pudieran hacer turismo sin calarse de arriba a abajo. Durante estas jornadas la capital vizcaina se ha visto alejada de la imagen a la que nos tiene acostumbrados en días festivos y los autóctonos han sido conscientes de ello. “Otros años se ve mucha más gente con maletas en la calle, estos días apenas se han visto turistas. Los hay, pero a ver quién se anima a salir de su casa para tener que quedarse en un hotel con los días que ha hecho”, apuntaba Eukene Ugarte, vecina del Casco Viejo de Bilbao.

Bilboats, que ofrece viajes en barco por la ría, tuvo que cancelar todos sus viajes del domingo debido al temporal. “La ría bajaba con mucha fuerza y como arrastraba material como troncos no era seguro para la navegación, así que avisamos a todos los viajeros que se cancelaban las salidas en barco durante todo el día”, explicaban. Asimismo, destacaron que el mal tiempo ha influido en que estos días festivos muchos turistas hayan decidido no pasarse por Bilbao y, por ende, no visitar la ría desde una perspectiva diferente. “Dependemos mucho de la meteorología”, zanjaban.

Sin embargo, hay a quienes ni el virus ni el mal tiempo frenan en sus planes para visitar Euskadi. Es el caso de Jordi, María del Mar y Joel, que decidieron hacer más de 500 kilómetros desde Manresa para visitar Bilbao. “Hemos pasado aquí tres días maravillosos, aunque hayan sido pasados por agua. El martes nos volvemos, no para trabajar, sino para descansar antes de tener que ir a trabajar”, sonreían. “Estamos disfrutando del clima típico de diciembre, ya sabemos lo que hay”, indicaban.

Esta familia catalana señalaba que ha agradecido “que no haya mucha gente en el hotel” y tampoco en los sitios turísticos que han visitado. “Está todo bastante tranquilo”, afirmaban. Otra de las familias que también se animó a acercarse a Bilbao fue la de Teresa, que junto a su marido Vicente, su hijo y sobrino, Unai y Joel, han visitado el lunes el Guggenheim. “Somos de un pueblo cerca de Denia, Vergel, en Alicante. Nos hemos animado a venir al norte porque por los trabajos que tenemos los dos si nos quedamos en el pueblo estaríamos pillados trabajando, entonces vale la pena salir, disfrutar”, contaban.

En cuanto al clima, aseguraban que sabían que iban a encontrar temporal. “Veníamos sabiendo lo que nos íbamos a encontrar, lo habíamos visto en las noticias. A mí este clima me encanta, pero a ellos [por Joel y Unai] no tanto; venimos de una tierra donde hace sol trescientos días al año, pero a mí me gusta esto”, aseguraba Teresa.

CON EL PASAPORTE COVID ENCIMA

En su caso, no han querido dejar las vacaciones a la suerte y por ello, han viajado con el pasaporte covid en todo momento, tanto en formato digital como en papel. “De esta manera nos aseguramos poder disfrutar de todo”, apuntaban. Al igual que la familia de Teresa, Christian y Marina también se acercaron a Bilbao con el pase covid en mano, aunque en su caso, llevan usándolo algún tiempo. “En Mallorca ya llevamos tiempo utilizándolo para entrar en restaurantes”, contaban. Nunca habían estado en el norte y “teníamos ganas”, apuntaban.

“Estamos acostumbrados a ir al sur siempre y nos apetecía venir al norte, ha sido un gran acierto porque Bilbao es una ciudad realmente interesante”, señalaban. El tiempo para estos mallorquines no ha supuesto ninguna pega ya que antes de llegar pensaban sufrir un peor temporal del que han vivido. “Nos esperábamos peor tiempo, nos lo habían pintado muy mal, que nos íbamos a morir de frío... Hace más frío donde vivimos”, respondían.