El alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto viajará mañana a Madrid para desentrañar de una vez por todas el futuro de la entrada soterrada del Tren de Alta Velocidad a la villa. Mantendrá una reunión con la nueva secretaria de Estado de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, con el fin de conocer de primera mano si finalmente se acometerá las obras de la terminal ferroviaria bajo superficie, tal y como esta previsto hasta ahora, o será necesario construir una estación provisional para que sea operativa cuando se terminen las obras de la Y vasca, y posteriormente acometer la estación subterránea en Abando.

Aburto ya ha dejado claro en varias declaraciones previas que "nunca voy a apostar por otro proyecto que no sea la entrada soterrada, el estudio informativo se está haciendo sobre ese proyecto y es el que, como alcalde, voy a seguir defendiendo en todo momento".

El primer edil ha recalcado hasta la saciedad que "es un gran proyecto de ciudad, por eso lo peleo". Su defensa en Madrid también se basará en que "si no se hace ahora corremos el riesgo de que no se haga nunca y creo que no nos podemos permitir ese lujo", ha especificado.

El encuentro en el ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, tiene lugar en plenas negociaciones en la Cámara de los Diputados de los Presupuestos Generales del Estado. El PNV ya ha planteado la finalización del TAV y la entrada del tren en Gasteiz y Bilbao como elemento negociador con el gobierno de Pedro Sánchez para dar su apoyo a las cuentas del Estado.

El encuentro sería positivo si se cerrara el protocolo de actuación que tienen que firmar las instituciones implicadas, el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y la Administración general del Estado, en el cual hay que determinar la fórmula de financiación de las obras. Lo que si se podrá cerrar son los aspectos técnicos de las obras en los que han venido trabajando con sus equipos desde el ministerio y el Ayuntamiento desde hace meses. La predisposición por ambas partes es buena, según han indicado fuentes municipales, y además se tiene la ventaja de que la secretaria de Estado, conoce muy bien el proyecto de soterramiento del TAV ya que antes de acceder al cargo fue directora de Adif, el gestor ferroviario dependiente del ministerio.

En declaraciones a Radio Bilbao Aburto deseó ayer que "ojalá todo el conjunto de la operación se pueda hacer con una encomienda de gestión", una fórmula por la que el Ejecutivo de Gasteiz está construyendo el tramo guipuzcoano de Y vasca, adelantando el dinero que luego el Estado le devuelve vía Cupo.

Este es el modelo que ha defendido también en los últimos meses el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria. Esta postura foral para Aburto es "importante" porque "significaría que la Diputación también está en ese proyecto de alguna manera, al realizarse una encomienda de gestión que luego va a ser deducida la cantidad por vía de cupo", ha expresado el alcalde.

Otras dos encomiendas

En este sentido, el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, adelantó la semana pasada en la Cámara vasca que será el Gobierno de Urkullu quien se haga cargo de las obras de entrada a las dos capitales con esa figura de encomienda.

Según indicó, el Ministerio está dispuesto a aceptar esta fórmula, y a falta por cerrar la letra pequeña, Euskal Trenbide Sarea, como gestor ferroviario vasco, se encargaría de ejecutar los trabajos de los tramos del nudo de Arkaute en Gasteiz y del túnel de Cantalojas en Bilbao, ambas zonas de transición antes de llegar a las estaciones soterradas del TAV a ambas capitales.

El primer edil mantendrá también mañana en el ministerio su disposición a poner dinero "unas cuantas decenas de millones de euros", ha asegurado sin conocer la cifra exacta hasta que no se cierre el acuerdo de financiación interinstitucional referido.

Las razones de esta implicación municipal son bien conocidas. La desaparición de la playa de vías actual que explota Renfe traerá como consecuencia la generación de 100.000 metros cuadrados de superficie, una gran extensión que permitirá conectar el Ensanche de la villa con la zona de San Francisco y Zabala. Una intervención urbanística regeneradora de ciudad que incluye crear un gran espacio para la ciudadanía y la construcción de varios bloques de viviendas colindantes tanto con la calle Hurtado de Amezaga como con la calle Bailén.