Con el fin de semana a las puertas, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, anunciaba ayer un “importante” refuerzo policial en las zonas más concurridas habitualmente por la juventud para estar de botellón. Y acompañaba su mensaje de otro: los agentes sancionarán “sin piedad” tanto a los establecimientos que distribuyan bebidas para el consumo en la calle como a quienes participen en las aglomeraciones. Este cordón policial será desplegado en coordinación con la Ertzaintza ante los botellones “a lo bestia” que se están produciendo en las últimas fechas, con molestias a los vecinos y daños a la propiedad.

El regidor bilbaino subrayó que se le hace “muy difícil e incomprensible ver alguna de las escenas” que se producen en los botellones. “El ocio no puede ser eso. No podemos vincular el ocio a beber sin sentido, a molestar a los vecinos o a la rotura de patrimonio público y privado”, censuró. Y es que, tal y como insistió Aburto, “lo que no puede ser es que el ocio vaya aparejado a dejar la ciudad hecha un cisco, sucia, a romper cosas, molestar a los vecinos, actos vandálicos o beber sin sentido”. Así las cosas, el alcalde de la villa expresó que los agentes desplegados en este dispositivo especial trabajarán fundamentalmente en el plano preventivo, pero también en el coercitivo, el sancionador. “Una vez más, traslado el mensaje de que vamos a sancionar, y vamos a sancionar sin piedad”, resumía Aburto. El primer edil consideró, no obstante, que la solución a estos hechos no puede ser únicamente policial.

Por eso, la primera respuesta de los equipos y patrullas debe ser preventiva para “intentar anticiparse” e ir “ocupando el espacio” donde tienen lugar los botellones con más frecuencia, pero también debe haber una actuación “contundente” llegado el caso. La presencia policial será “muy importante en las zonas más concurridas de los denominados botellones”, aunque según reconoció, “no es lo mismo lo que ocurre en Doña Casilda que lo que ocurre en Pozas”. De hecho, no se descarta tener que acordonar el primero de estos lugares para evitar las temidas aglomeraciones.

Se están cobrando

Vamos a sancionar a los establecimientos hosteleros que distribuyan bebidas para el consumo en la calle mientras eso no sea posible y vamos a sancionar a aquellas personas que estén participando en estas aglomeraciones”, zanjó Aburto. La Policía Municipal ha impuesto más de 2.200 sanciones desde julio de 2020. “Vamos a actuar con firmeza y que nadie se sorprenda a posteriori”, manifestó.

En este sentido, avisó de que “si alguien piensa que esto se va a solucionar solo con la policía” y es cuestión del alcalde o del Ayuntamiento, “está equivocado” porque “afecta a todos”. Hace unos días, Aburto detallaba que desde el comienzo de la pandemia han sido impuestas 2.500 sanciones por botellón, cuando anteriormente eran una media de 300 al año. “Se están cobrando. Recibo cartas de padres y madres pidiendo que las sanciones sean de trabajos para la comunidad”, comentó el alcalde. En cualquier caso, Aburto subrayó que no pretende “criminalizar a los jóvenes” porque “hay miles que todos los fines de semana salen en una situación de normalidad”.