Medio centenar de personas se ha concentrado este domingo ante el Museo de Bellas Artes de Bilbao en demanda de respeto a su configuración arquitectónica actual y en rechazo al proyecto para su ampliación diseñado por el arquitecto británico Norman Foster.

Los concentrados se han reunido a mediodía en torno a una pancarta en la que se leía "Defendamos el Museo de Bilbao, su integridad y su paisaje", convocados por el movimiento ciudadano denominado Defensa Cívica del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Según indica este colectivo en su página web, este movimiento "plural" nace "como una respuesta de la sociedad civil en defensa de los valores urbanos, arquitectónicos, paisajísticos y del espacio público" del entorno del Museo al considerar que está "en grave peligro de deformación".

Está previsto que el próximo mes de septiembre comiencen las obras de ampliación de la centenaria pinacoteca, en las que se invertirán unos 25 millones de euros, aportados por el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco.

El proyecto prevé la construcción de un nuevo volumen edificado de 5.000 metros cuadrados en dos plantas en vuelo sobre la cubierta del actual museo.

Los manifestantes han insistido en que el proyecto incumple la Ley de Patrimonio Cultural Vasco y la Ley estatal de Patrimonio Histórico y que vulnera el Plan de Ordenación Urbana de Bilbao que estaba vigente en el momento de convocarse el concurso para la ampliación.

Además, consideran que el proyecto vulnera "claramente" las propias bases del concurso al "invadir" una zona verde "que es protegida", en referencia al cercano Parque de Doña Casilda, ha señalado el representante del colectivo Fernando Pérez Rodríguez-Urrutia durante la concentración.

Este arquitecto, que ha denunciado este asunto ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco a título individual, ha considerado que "aquí Foster se equivoca" con un proyecto que "está fuera de tiempo y de lugar".

Ha asegurado que unas trescientas personas, muchas arquitectas, ha firmado un manifiesto promovido por el movimiento ciudadano en contra del "expolio" que denuncian. "Cuando hay daños en el patrimonio es un expolio", ha señalado.

Para el también integrante del colectivo Iñaki Uriarte, se trata de un proyecto "innecesario, que no resuelve ninguna necesidad, sino que crea un problema" al suponer "una invasión de espacios públicos, que no ha gozado del conocimiento público por razones de cierta censura".

Uriarte, que ha criticado el proceder del Colegio de Arquitectos de Bizkaia en relación al proyecto, ha criticado que se pretende crear "un icono atractivo, llamativo, que compita con el Guggenheim" cuando "no hay necesidad" de ello.

Ha señalado, además, que el colectivo se reserva la posibilidad de denunciar el proyecto ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo.