La cultura y el arte son seguros y necesarios. Así se han encargado de demostrarlo en estos tiempos difíciles de la pandemia del covid las instituciones vascas y los responsables de los museos. Los proyectos, lejos de aparcarse, siguen adelante.

Tras su reunión, el Patronato del Museo de Bellas Artes de Bilbao comparecía el lunes en el hall de la pinacoteca para comunicar una buena noticia, las obras de ampliación del Bellas Artes de Bilbao comenzarán en septiembre de 2021, se prolongarán durante 21 meses y permitirán mantener abierta una parte importante de la actividad en el edifico antiguo, la menos afectada por las obras. El encuentro se celebró de forma presencial y telemática, con la asistencia del portavoz y consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, además de varios patronos privados, que respaldaron el programa de ampliación diseñado por el británico Norman Foster y el arquitecto bilbaino Luis Mª Uriarte.

Tras la aprobación del Plan especial por parte del Ayuntamiento y la presentación del Proyecto básico, arranca ahora el trámite final de redacción, que concluirá en mayo, tras lo que seguirá la licitación del proyecto de ejecución de la obra, que está previsto para el mes de septiembre. En la misma reunión se decidió además mantener el modelo de financiación de las obras previsto en el Plan estratégico del museo, que consistirá en la formalización de un préstamo a largo plazo suscrito por la Fundación de 25 millones, que será amortizado por las aportaciones de las tres instituciones fundadoras del museo: Ayuntamiento de Bilbao, Diputación y Gobierno vasco.

Las reformas permitirán al Bellas Artes ganar casi 5.000 metros cuadrados para exposiciones. El nuevo museo tendrá dos niveles acristalados con un aspecto claro que "utilizará para las partes visibles una piedra blanquecina, o composite, o cristal blanco o quizás un vidrio traslúcido para capturar la luz del norte", según explicó el propio Norman Foster durante una reciente visita a Bilbao. Un diseño que responde al objetivo de reorientar el museo hacia la ciudad restaurando la fachada del edificio y haciéndola más permeable. La captación de la luz natural se unirá al empleo de placas solares para incorporar criterios de sostenibilidad al museo. El proyecto convierte, además, el espacio del Monumento a Arriaga de Francisco Durrio en una nueva galería pública de esculturas con acceso desde las entradas de las plazas Euskadi y Chillida.

Abierto por obras

La ampliación permitirá mantener abierta una parte importante del edifico antiguo del museo, al que se podrá acceder desde su entrada original, donde se habilitará una rampa provisional para facilitar la accesibilidad.

Para ese tiempo, la dirección del Bellas Artes ha previsto un programa especial de rotación de los fondos con el fin de mostrar el mayor número posible de obras y de garantizar el mantenimiento de los programas de educación y difusión de la institución.

Bingen Zupiria recordó que "en 1919, cuando Europa sufría una grave pandemia de gripe, las instituciones vascas respaldaron a un grupo de artistas vascos que pusieron en marcha en Bilbao una exposición internacional. Era un momento durísimo, pero aquella muestra fue la semilla del Museo de Arte Moderno de Bilbao, que después fue el germen del actual Bellas Artes y como entonces, ahora artistas e instituciones han reflejado su compromiso con la cultura y con el arte".

Un compromiso que remarcó también el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto: "Es una buena noticia, no es tan habitual que un proyecto de esta naturaleza, en momentos tan difíciles, salga adelante, y nosotros tenemos la firme decisión de que siga adelante. Es un proyecto absolutamente ilusionante, cuya hoja de ruta ha aprobado el Patronato". Aburto confesó que hubo un momento en que pensaron que el museo tendría que cerrar para realizar las obras, "pero estamos satisfechos y felices de que al final, podrá seguir abierto. La actividad se concentrará en el edificio antiguo durante esos 21 meses".

El alcalde recordó además que "la cultura es segura, que los museos han puesto todas las medidas posibles para que así sea. Sobre los números de visitantes, hemos puesto por delante, la seguridad".

Exposiciones

El Patronato aprobó el lunes también el programa de exposiciones hasta el final del verano, momento del inicio de las obras. Además de las muestras actuales, se expondrá del 31 de marzo al 5 de septiembre la retrospectiva Remigio Mendiburu. Materia y memoria, dedicada a la trayectoria de uno de los escultores más originales del arte vasco de la segunda mitad del siglo XX.

Poco antes, el 19 de marzo se presentará La ciudad vacía del artista catalán Antoni Muntadas, una pieza audiovisual dedicada a Bilbao creada por encargo del museo. Y el 30 de abril llegará una exposición con los fondos de la colección del bilbaino José Ramón Prieto, formada exclusivamente con obras de mujeres artistas contemporáneas, como Marina Abramovic, Angela de la Cruz, Louise Bourgeois o Cristina Iglesias.

Balance 2020

El ejercicio de este año se cierra con la asistencia de 82.222 visitantes, lo que, en términos comparativos, es un 34% del público del año anterior. En términos económicos, las circunstancias especiales de este año explican la pérdida de un 11% de los ingresos propios (1.155.000 euros), compensada con medidas de contención del gasto. A cambio, un indicador muy positivo ha sido el mantenimiento de las aportaciones de los patronos del museo, incluidos los fundadores, así como la positiva respuesta a la campaña de captación de Amigos del Museo, que se ha saldado con la incorporación de cerca de 500 nuevos miembros, alcanzando los 4.331 amigos.

Además, se han donado 26 pinturas y dibujos y un amplio conjunto de materiales documentales de Isabel Baquedano, que "convierten al museo en una referencia en el trabajo de esta extraordinaria pintora".