La calle María Día de Haro, una de las 28 calles con nombre de mujer, se va a empoderar en los próximos meses. Se va a convertir en un gran corredor verde que unirá Doña Casilda con el parque Ametzola, a través de La Casilla.

El Ayuntamiento de Bilbao llenará de árboles y dará más espacio para el peatón con una inversión de 3 millones de euros. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el concejal de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, han presentado este martes el proyecto municipal para intervenir en María Díaz de Haro, una calle de 1 kilómetro de longitud y 25 metros de ancho que sube desde la Gran Vía hasta la calle Autonomía.

El Ayuntamiento licitará en los próximos días la primera fase del proyecto, entre la calle Simón Bolivar y Autonomía, un área de 9.000 metros cuadrados cuyas obras están presupuestadas en 3,1 millones de euros. Una vez adjudicados los trabajos, el plazo de ejecución está calculado en 14 meses.

Aburto ha destacado que el Consistorio pretende conseguir un entorno "armonioso y sostenible"para lo que el Ayuntamiento llenará la calle de árboles -tilos, arces y encinas-, habilitará zonas de paseo y juegos infantiles y, sobre todo, quitará espacio para los vehículos en beneficio del peatón.

En la actualidad, en María Díaz de Haro hay 5.600 metros cuadrados de calzada para los vehículos y 2.900 metros cuadrados para el peatón. El proyecto municipal pretende invertir esta situación, de forma que la superficie para la carretera se quedará en 2.400 metros cuadrados y la del peatón subirá a casi 5.000 metros cuadrados, con otros más de 1.000 metros de zonas verdes. La calle se quedará con un único carril de circulación para los vehículos y contará con un bidegorri.

El concejal Abaunza, que ha aludido a la "escasez" de zonas verdes y de juegos infantiles en la zona del barrio de Indautxu que atraviesa esta calle, ha subrayado que los árboles serán grandes protagonistas de esta intervención urbanística y ha explicado que se establecerá un sistema de drenaje sostenible para aprovechar al máximo el agua de lluvia.

"En unos meses pasar por esta calle va a ser un espectáculo sensorial", ha dicho el alcalde.