BILBAO - La estación de Termibus en Garellano se va a someter las dos próximas semanas a las últimas comprobaciones que verifiquen que está preparada para su apertura. El primer examen será lo que técnicamente se denomina pruebas de humo, a lo que seguirá el simulacro de desalojo de viajeros y la comprobación del tránsito de los autobuses. Superadas estas pruebas será el momento de realizar el esperado traslado. Antes de que acabe el año, los viajeros disfrutarán ya de una Termibus moderna y adaptada el volumen de usuarios que pasan cada día por estas instalaciones. Los otros beneficiarios serán los vecinos que recuperarán la tranquilidad para entrar en sus garajes.

La puesta en marcha de la estación de autobuses es una de las obras más emblemáticas de los últimos años. Las obras comenzaron en el verano de 2017 y su inauguración está recogida precisamente entre los 100 compromisos del equipo de Juan Mari Aburto para los tres primeros meses de este mandato. Al tratarse de una estación soterrada, antes de proceder a su inauguración es necesario realizar algunas comprobaciones, tal y como señalan los responsables del área de Planificación Urbana. En concreto, se procederá a comprobar el sistema de extracción de aire, las rutas de evacuación de personas y las circulaciones de los autobuses en sus rutas de acceso externas y sus itinerarios internos.

comprobaciones Lo primero será comprobar la extracción de humos, uno de los aspectos más importantes en el caso de que, por ejemplo, en algún momento de la vida de la estación se produjera un incendio. No se trata de una prueba baladí. De hecho, fue una de las comprobaciones que no superó la nueva estación de autobuses de Donostia en enero de 2016 cuando estaba a punto de inaugurarse y lo que produjo precisamente su retraso en casi tres semanas.

Según declaró Abaunza recientemente a este periódico, los responsables del área ya se han reunido con los técnicos municipales de Donostia para que, teniendo en cuenta la experiencia que les avala, puedan aconsejarles ante cualquier contratiempo que pudiera surgir. El sistema de extracción de humos es clave en el funcionamiento diario de una construcción bajo tierra. Al carecer de salidas naturales de aire, en caso de que ocurra un siniestro que genere humo, las instalaciones tienen que contar con una red de extractores y conducciones que succionen con potencia suficiente las emanaciones tóxicas.

Los especialistas del cuerpo de bomberos de Bilbao serán los que aprueben el sistema llevando a cabo un simulacro de incendio de un autobús, similar a los que efectuó, por ejemplo, la Diputación Foral de Bizkaia en los túneles que constituyen la Variante Sur Metropolitana.

Una vez superado este primer paso, lo siguiente será comprobar que la evacuación de viajeros se puede realizar correctamente. En este caso se trata de comprobar que ante cualquier situación de riesgo los viajeros pueden salir de la estación a través de las salidas de emergencia y que la señalización es la correcta.

La última parte de este examen a la estación tiene que ver con los recorridos que realizan los autobuses, tanto dentro como en el exterior de la Termibus. Para ello, el Ayuntamiento va a acordar con una de las compañías de transporte que habitualmente operan en la terminal la realización de este último examen. La inauguración de la Termibus supondrá la mudanza de los autobuses de un lado a otro de la calle, aunque en esta ocasión será ya de manera definitiva.

Al principio, la estación seguirá conviviendo con las obras que se desarrollan en el edificio que se ha levantado ya de nueve alturas sobre la superficie y que se encuentra sobre rasante de la nueva estación.

Por este motivo, en lo que se refiere al tráfico aún no se resolverán los accesos de manera definitiva. Este motivo justifica también que la plaza que se genera entre Luis Briñas y el nuevo edificio no se pueda abrir, en un primer momento, en su totalidad. Una parte de ella, limítrofe con el bloque, será acotada para albergar un espacio donde depositar los materiales que permitan culminar la construcción. Por otro lado, el acceso que se dispondrá desde la calle Gurtubay hasta las escaleras mecánicas que bajarán a las dársenas tampoco se abrirá en este primer momento.

Con la inauguración sí se abrirá el acceso principal desde la propia plaza, la conexión bajo superficie con el hall donde se puede tomar Cercanías de Renfe o bajar a Metro Bilbao y una entrada especial ubicada en la esquina de Luis Briñas con Pérez para utilizar por la noche en caso de estar cerrada la terminal y llegue un autobús.

El acceso a los autobuses se ha diseñado como si fuera un aeropuerto, con una zona central que estará aislada de las dársenas donde estacionarán los vehículos, y además, se podrá ver la operativa de los autobuses desde un mirador ubicado en la planta superior como en una terminal aérea.