BILBAO - “Ha sido el mandato de la accesibilidad”. Lo decía el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, cuando repasó los proyectos de estos últimos cuatro años. Al final, para que haya una cohesión entre los barrios y el centro es necesario que los vecinos estén bien comunicados y en muchos de los casos una simple rampa o un ascensor han permitido salvar las diferencias orográficas y acercar los barrios al centro.

Bilbao no tiene más de 45 kilómetros cuadrados y del botxo a los barrios altos, como Arangoiti, Artazu, Altamira, Monte Caramelo, Kobetamendi, Mazustegi o Miribilla apenas hay distancias, pero sí muchas y duras pendientes. “Y en estos barrios altos vive mucha gente mayor. Por lo tanto, esa gente tiene necesidad de una buena accesibilidad y lo hemos trabajado como un gran proyecto de ciudad”, advierte Aburto.

De los cuarenta ascensores que tiene Bilbao en estos momentos, veinte han sido puestos en marcha o están siendo habilitados en este mandato. Pero, no es lo único que ha hecho el Consistorio en materia de accesibilidad. Los pequeños rebajes de aceras contribuyen así mismo a mejorar la calidad de vida y de comunicación de sus residentes.

En diciembre de 2014, Bilbao se adhirió a la red de ciudades para la accesibilidad, compuesta por sesenta municipios y organismos de todo el Estado. El Ayuntamiento adoptó así el compromiso de velar porque todos los proyectos que impulsara tuvieran un diseño universal y abierto para todo el mundo. Con ello se comprometía no solo a asegurar los derechos de ciudadanos con discapacidad, sino que se comprometía a mejorar la ciudad para todos.

Con esta filosofía se han construido elevadores en los barrios que más lo necesitaban, al tiempo que los operarios acometían otras pequeñas obras en el resto de la ciudad.

Uno de los últimos elevadores puesto en marcha es el de Miribilla. La inauguración de esta infraestructura mejora la conectividad entre la avenida Askatasuna, en la esquina sureste del Bilbao Arena, y la calle Juan Carlos Gortazar. El elevador recorre una distancia de 54 metros en los que salva una altura de más de 31 metros. Da servicio a dos paradas: la superior, en la calle Juan Carlos Gortazar, y la inferior, en la avenida Askatasuna. La inversión para poner en funcionamiento este ascensor en Miribilla fue de 1,5 millones de euros y permite una conexión directa con el Casco Viejo.

Poco antes, el Ayuntamiento de Bilbao inauguró los dos ascensores que conectan en Santutxu el polideportivo de Txurdinaga con la Campa de Basarrate, con una inversión de 2,8 millones de euros.

El gobierno municipal completó sus planes para la mejora de la accesibilidad en el barrio de Atxuri gracias a la puesta en marcha de un nuevo ascensor, que conecta el Casco Viejo y Santutxu desde Camino del Bosque hasta Solokoetxe. La obra supuso una inversión de 561.628 euros y fue aportada por el Ayuntamiento de Bilbao, en un 55%, y por la promotora Antiguo Berri, en un 45%, lo que le permite prestar el 100% de la asistencia técnica y dirección de la obra.

No menos importante fue el elevador de Zorrozgoiti, a la altura de la calle Músico Usandizaga con la pasarela sobre la A-8, en Zorrotza. La obra supuso una inversión de 657.000 euros y salva diez metros de desnivel.

En total son 39 elevadores, escaleras y rampas en cinco zonas de la ciudad a las que se sumarán nuevos ascensores para mejorar la vida de los bilbainos.

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Millones de personas los utilizaron el año pasado.