Texturas y musas. Texturas y musasEs el título de la nueva exposición pictórica que se inaugurará este viernes en el Museo de Orduña y que podrá visitarse hasta el 4 de septiembre. Se trata de una llamativa y colorista colección de óleos de la artista Cristina Dulanto, pintora e ilustradora de Miranda de Ebro, que destaca por su “temática eléctrica” y el gusto por “combinar variedad de influencias y elementos de estilos diferentes” así como por “la fuerza que transmite trabajar con los colores primarios”, explican desde Orduña Hiria Museoa.

Así lo va a poder comprobar el público al contemplar unos cuadros al óleo representativos de la obra de una autora que se puede catalogar dentro del realismo mágico, próximo a la iconografía de los cuentos y las fábulas. Sus trabajos resaltan especialmente por el empleo de colores y tonalidades llamativas, texturas y el collage, que reflejan el carácter optimista que Dulanto tiene de la vida ofreciendo una fuerza en sus cuadros que hacen que su obra sea claramente reconocible. Ella misma reconoce que pintar “es una forma de estar viva, es una necesidad de expresar mi creatividad, y de sacar lo que llevo dentro”.

Cristina Dulato estudió en Burgos el bachillerato artístico para después continuar con la especialidad de Proyectista de Artes Plásticas y Diseño aplicada a la Escultura en la Escuela de Artes y, más tarde, la de Ilustración en la Escuela de Artes de Vitoria-Gasteiz. Sus trabajos han estado relacionados, siempre, con su pasión por esta disciplina artística ya sea como Diseñadora Gráfica, profesora de dibujo y pintura, de maquetas o de restauración de arte.

En paralelo con ‘Porrilló’

Y después de exponer en numerosas ocasiones en la provincia de Burgos, La Rioja, País Vasco y Madrid, llega con sus óleos al museo de la ciudad de Orduña donde coincidirá con la muestra de pintura y escultura Transformación de José Luis Abajo, TransformaciónPorrilló, inaugurada durante el pasado mes de marzo y que permanecerá aún hasta el 3 de julio en la sala Fede Ruiz. Esta interesante muestra, que evidencia la debilidad del artista por la materia, y su capacidad de transformación, nace de una reflexión sobre la interacción del fuego y la materia. El el crítico de arte Edorta Kortadi Olano la define como “pintura sobria, radical, matérica, hecha como a puñetazos y espatulazos, con las manos, las uñas, y con mucha fiereza. Pintura directa, sin artificios, sin trampas, nacida del inconsciente personal y de las raíces de la tierra”.

Y se trata, sobre todo, de un homenaje y reconocimiento de Orduña a uno de sus más insignes artistas y que tanto ha colaborado altruistamente con la ciudad ya que, entre otras cosas, tiene obras permanentes en los hastiales de la Foru Plaza y en su Casa-Museo Lupardika, además de ser el autor del singular y colorido diseño de fachada del propio Museo, que fue pintada por Porrilló. Hasta el 26 de junio se puede ver también la detallada exposición de planchas del mundo del coleccionista Carlos Uzkiano.