Entre las múltiples riquezas que ofrece el valle de Arratia está su rico patrimonio cultural religioso que, además de por su valor histórico, artístico y cultural, se encuentra perfectamente cuidado gracias al esfuerzo de sus fieles y la colaboración de algunos ayuntamientos del valle. Es, sin duda, un atractivo turístico para todo el que visita esta comarca como el grupo de vecinos de la localidad alavesa de Salvatierra-Agurain que el sábado se acercaron a disfrutar de una ruta cultural por dos de los enclaves más emblemáticos y de gran carga artística e histórica.

La primera parada fue para admirar la Iglesia de San Miguel de Eleixabeiti, en el municipio de Artea, y reformada durante el año pasado. La comitiva tuvo la oportunidad de admirar, tanto por fuera como por dentro, un singular y querido templo religioso de estilo rural considerado, en la actualidad, ermita. Su fundación se remonta a algún momento de la Edad Media que todavía no ha podido ser determinado, pero los restos más antiguos del inmueble actual fueron construidos poco después del año 1500 y completados sucesivamente, a lo largo de varias generaciones, con nuevos añadidos. Se trata de una iglesia de una sola nave, rodeada por un pórtico envolvente y con una torre de campanas adosada a su fachada delantera y de su diseño destaca, sobre todo, una arquitectura singular que tiene en las estructuras de madera su principal atractivo.

La última reforma tuvo lugar el pasado otoño con la ejecución de tareas de mejora en la cubierta y la sustitución de varios pilares dañados por la humedad de una iglesia que celebra su festividad el día de San Miguel, de quien ser conservan dos imágenes preciosas: una de las más antiguas de Bizkaia, románica y de madera policromada, y otra romanista. Durante esa visita, Susana Arechaga Alegría, directora del Museo Diocesano de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz, que acompañó a los vecinos de Agurain explicó que "conocía esta iglesia por publicaciones y exposiciones", pero reconoció que "es la primera vez que estoy en ella y estoy encantada", al tiempo que puso en valor el esfuerzo que hay que hacer "para valorar y enseñar este patrimonio, y todo no puede ser gratis, porque hay gastos de luz, de limpieza... Tenemos que entenderlo".

Parroquia de Andra Mari

La visita guiada tuvo como segundo destino Zeanuri y, más en concreto, su parroquia de Andra Mari, considerada como la catedral de Arratia. En este caso, el vecino de la anteiglesia e historiador local, Jon Urutxurtu, hizo de anfitrión dando la bienvenida a los participantes e introduciéndoles en el conjunto monumental del barrio de Elizondo que está formado por la parroquia y su principal joya, el retablo, la ermita de la Piedad, la cruz de Nestor Barrenetxea y el cementerio viejo.

En la actualidad, el bello e imponente templo religioso levantado bajo la advocación de Andra Mari se encuentra totalmente restaurado, pero durante su larga historia ha vivido innumerables vicisitudes, debido principalmente a problemas de cimentación, y ha tenido que cerrarse al culto en más de una ocasión, la última en mayo de 1994. Tras ser sometida a profundas labores de rehabilitación, el 15 de agosto de 2000 por fin se reabrió para alegría de fieles y de vecinos del valle de Arratia.

Con el libro Erretaula nagusia. Retablo mayor. Zeanuriko Andra Mari en la mano, los visitantes tuvieron la oportunidad de admirar la historia, el arte, la cultura y la devoción resumidos en un majestuoso retablo, un monumental marco del siglo XVIII para el mejor conjunto de pinturas de los siglos XV y XVI conservado en Bizkaia. Como no podía ser de otra manera, el grupo de Salvatierra-Agurain terminó la visita a Arratia reponiendo fuerzas con una merienda en un establecimiento del pueblo, pues la cultura y la gastronomía son buenas compañeras de viaje, y todo ello regado con una óptima climatología y respetando escrupulosamente todas las medidas sanitarias vigentes.