Los ayuntamientos de Orduña y de Villalba de Losa (Burgos) han tomado la decisión conjunta de vallar el entorno del monumento a la Virgen de la Antigua, ubicado en el monte Txarlazo, ante los desprendimientos que se han producido en su estructura de hormigón a consecuencia de las grietas que presenta desde hace tiempo. La drástica medida se adopta con el objetivo de preservar la seguridad de los visitantes y desde ambas administraciones locales se ha anunciado que, a lo largo de los próximos días, se revisará la situación junto con personal técnico para valorar las actuaciones que es preciso realizar para evitar riesgos.

El monumento en honor a la patrona de la ciudad vizcaina tiene de 25 metros de altura y está formado por una gran zapata, un tronco cilíndrico con unas ramas que imitan a una morera, el cuerpo central, la imagen y la corona de la Virgen. Fue inaugurado el 16 de octubre de 1904 y, aunque desde entonces ha sido objeto de varias reparaciones, sufre importantes deterioros tanto en el interior como en el exterior de la estructura y ya se han producido desprendimientos.