Galdakao - Es una de esas personas que no paran ni un segundo, ni quiere parar. Como se dice coloquialmente, Inocencio Goikuria es un culo inquieto. Hay un verso, de la canción de Sorotan Bele, Amaren Besoetan, que reza lo siguiente: Euskal Herri osoko mendi guztietan, etxean aurkitzen naiz, amaren besoetan?. Esta podría ser una buena forma de describir alguna de las pasiones de este galdakoztarra, ya que en la montaña, rodeado de bellos paisajes de su tierra, se siente en casa, como en brazos de su madre. Desde muy pequeño, la fotografía le llamó la atención. “Siempre me ha llamado el poder inmortalizar instantes del tiempo, me parece prodigioso”, cuenta. Lo hace sin ningún complejo y con mucho gusto, “como un simple aficionado”, pero sus fotografías cuentan mucho y guardan una belleza a la altura de lo que el fotógrafo tiene delante.

En la actualidad cuenta con un blog en DEIA, bajo el título de Euskal Herriko Postalak. Es un espacio en el que perderse para disfrutar de las bellas imágenes que Goikuria capta con el objetivo. Se trata de “un blog de fotografía en el que aparecen muchas de las que hago, y estoy muy contento de que la gente pueda disfrutarlas”. Tal y como recuerda, “se me brindó la oportunidad y no lo dudé ni un momento”. Algunos días, y desde hace unos años, también se cuela en las casas de muchas familias vascas, puesto que es uno de los fijos en el Eguraldia de EITB, en el momento en el que muestran fotografías que envía la ciudadanía para enseñar algún aspecto relacionado con la climatología del día en cuestión. Goikuria lleva más de diez años mandando fotografías a esta sección, algo que “me encanta y que empezó hace mucho tiempo porque me lo comentó un amigo”. Según cuenta, “son fotos en las que trato de describir el tiempo que hace cada día, lo cual hago muchos días de la semana”. Su afición a la montaña, a disfrutar de las vistas de los paisajes que le rodean, han hecho que, durante estos años, el galdakoztarra haya adquirido algún conocimiento en relación a la climatología, pero como él dice, “sé muy poco, como de andar por casa”.

Nunca le había interesado la meteorología, pero gracias a sus otras aficiones, “le he cogido el gustillo”, asegura. La mayoría de los días sale a hacer fotografías y le dedica mucho tiempo, pero otra de sus aficiones es cuidar de su huerta, en la que también pasa mucho tiempo.

Durante todos estos años ha tenido alrededor de seis cámaras. “Teniendo en cuenta que empecé con 17 años, creo que no son muchas”, explica. Recuerda con mucho cariño “la primera que tuve, era de plástico, pero aún conservo fotos tomadas con ese viejo trasto”. También tuvo una cámara con la que grababa en Super 8. Lo más importantes “es tener algún objetivo que sea bueno para las distintas ocasiones en las que sacas las fotos, el resto es ponerle tiempo y ganas”, anima. Con todo esto, todavía tiene tiempo de administrar el perfil de Facebook de la asociación de jubilados Danok Aurrera, del barrio de Bengoetxe de Galdakao. “Grabo y saco fotos de sus actuaciones, de las actividades...”, ya que cuentan con un coro al que Goikuria quiere dar visibilidad.

Entre tantas escapadas al monte para tirar fotos, Inocencio ha tenido algún que otro susto que ahora cuenta con humor. Una de estas anécdotas le ocurrió en el valle de Aiara. Buscando la foto perfecta, saltó un vallado para fotografiar a un rebaño de ovejas con el monte al fondo. Para cuando quiso darse cuenta, “tenía a un mastín enorme corriendo hacia mí, por lo que dejé el trípode en el pastizal y salí de allí como pude”. El pastor le dio un consejo, ya que el perro “te huele y cuida del rebaño con firmeza”, recuerda.

No se meterá en más zonas valladas, pero Goikuria seguirá mostrando la belleza de Euskal Herria a través de su cámara, eso lo tiene claro, “porque me aporta mucho”.