Aulas abiertas a la enseñanza cultural

EL pasado noviembre, el descubrimiento en un banco de Canadá de joyas pertenecientes a la dinastía Habsburgo desaparecidas tras la desintegración del imperio austrohúngaro causó un revuelo internacional en plena conmoción por el robo en el Louvre de unas semanas antes. Al parecer, la emperatriz Zita (1892-1989) las habría transportado al otro lado del océano en su huida de Europa al estallar la Segunda Guerra Mundial. En los libros de historia figura como la consorte de Carlos I (1887-1922) En Lekeitio la recuerdan como una vecina más durante nueve años, justo después de la muerte de su marido. Menos conocidas son las temporadas que pasó por aquella época en Zalla, en el colegio de las madres Irlandesas. 

Zarikete Zarigune Kultur Elkartea compartió este episodio en el transcurso de una visita enmarcada en las Jornadas Europeas del Patrimonio que discurrió por el actualmente Maristak Zalla Ikastetxea. Asociación cultural y centro educativo han estrechado a lo largo de este año que termina su colaboración para difundir cultura y patrimonio en actividades como esta visita y talleres que han permitido al alumnado de diferentes etapas aprender sobre arte y música, de la mano también de Bizkaiko Gaiteroak, en la ermita de San Pedro. 

Orígenes en 1904

El ala principal fue diseñada por José María Basterra, “uno de los arquitectos más importantes del Bilbao de la época”, apuntó Patxi García de la Torre, también arquitecto, además de impulsor de Zarikete Zarigune Kultur Elkartea. La inauguración tuvo lugar en 1904. En paralelo, se promovió la construcción de otro inmueble casa que sigue en pie al otro lado de la carretera -como residencia privada- destinado a ofrecer enseñanza gratuita para infancia de Zalla en contraste con el internado femenino. Las jóvenes de familias pudientes aprendían “francés, historia, conversación, pintura, punto y costura, música, baile, teatro y tablas de ejercicios deportivos”, entre otras asignaturas. 

El centro ubicado en plena naturaleza se convirtió en un remanso de paz para las visitas de la emperatriz Zita durante su exilio en Bizkaia. El 13 de marzo de 1925 el periódico ABC daba cuenta de su desembarco en Zalla por un mes, ya que se encontraba “delicada”, se sobreentiende que de salud. La planta baja al completo se dispuso para la ilustre invitada reservándole “la habitación más cercana a la capilla”, ya desaparecida. Tras una pausa debido a la Guerra Civil en la que el colegio se transformó en hospital, el creciente número de alumnas motivó una ampliación en la década de los setenta a cargo del arquitecto Antonio Araluce. 

En primera persona

Su hija, Itziar Araluce Lanzagorta, antigua alumna de las Irlandesas compartió los bonitos recuerdos que guarda de aquellos años, hasta el punto de que “después de casarme en la capilla Serrano quise acercarme al colegio entregar mi ramo de novia a la Virgen Milagrosa”. Su madre, también interna, le había contado que en su época existía la gruta habilitada a semejanza de la de Lourdes. Cuando hacía alguna travesura “nos castigaban a ir allí a rezar el rosario”. No había teatro, había concert hall en el que “nos examinaban para los títulos de Cambridge” y que años después acogería representaciones del grupo de teatro Antifaz de Zalla hasta la entrada en funcionamiento del Zine Antzokia, creado precisamente por Patxi García de la Torre con su hermano Bernardo. 

La incorporación de los chicos y la apertura del centro a todo tipo de alumnado dejando atrás el elitismo de sus primeros años no frenaron las dificultades que condujeron a la marcha de las Irlandesas y la llegada de los Maristas. 

Formación profesional

Frente a la monumental entrada principal del colegio, su directora, Laida Urkijo, explicó que los Maristas llegaron al municipio en 1906, en 1986 adquirieron el edificio más pequeño del recinto y en 1993 el más grande. Hoy ofrecen en Zalla Infantil, Primaria, Secundaria y grados básicos, medios, superiores y grado C asociado a un perfil muy vinculado al mercado laboral. Todos poseen una orientación muy práctica en las instalaciones expresamente acondicionadas para ello y en permanente contacto con las empresas. El centro colabora desde hace diez años con Lanbideen el programa de proyectos singulares en áreas como “cocina o tubería industrial”, en muchos casos con compromiso de contratación. “Detectamos gran demanda de estos perfiles porque carecemos de relevo generacional”, ahondó el profesor Rubén Fuentes, durante el recorrido por las instalaciones, que se amoldan a las necesidades de sectores emergentes: “soldadura, calderería, frío y calor, climatización, refrigeración, electricidad...”. “Evolucionamos en cuanto a la maquinaria”, “innovando y preparando al alumnado en óptimas condiciones”, añadió la directora. 

La preparación comienza años antes en lo que respecta al fomento del cuidado de la cultura y patrimonio en su extensión más amplia.   Cuando en el futuro pregunten a un grupo de estudiantes qué hacían el día del apagón, el lunes 28 de abril de 2025, podrán responder que dando forma a las distintas fases constructivas de la ermita de San Pedro Zarikete a base de cartulinas. Nada de móviles ni inteligencia artificial. Hasta regresar al aula no se enteraron de lo ocurrido. La sesión profundizó la unión entre Maristak Zalla y Zarikete Zarigune Kultur Elkartea materializada anteriormente en talleres de dibujo y música, dando a conocer el clave de la mano de la música zallarra Arrate Zubigaray.

Bizkaiko Gaiteroak

En la línea de lo musical, el año finaliza con la sesión impartida para escolares de Primaria por Jon Gaminde, integrante de Bizkaiko Gaiteroak. Su vinculación con Zalla proviene de la investigación de Patxi García de la Torre para saber más sobre el dulzainero Lucas Sainz, más conocido como Machaquito. “Acudí al Museo Vasco y me pusieron en contacto con él”, a raíz de entablar ese primer contacto “desde hace catorce años empezamos a venir cada 1 de agosto para tocar en la fiesta” del barrio. Este año, además, con una exposición sobre la dulzaina y su vinculación con San Pedro Zarikete. 

La clase de introducción a la música vasca mantuvo a los niños y niñas entusiasmados, deseando probar suerte con los instrumentos que Jon Gaminde iba sacando a la palestra: txalaparta, txistu, dulzaina, ttun, ttun... A las puertas de su trigésimo aniversario, Bizkaiko Gaiteroak seguirá trabajando para consolidar la “recuperación” que aprecian en la música tradicional vasca. 

Mientras tanto, Zarikete Zarigune Kultur Elkartea continúa indagando en el pasado milenario de la ermita de San Pedro. Un “lugar de peregrinación al que acuden para sanar las enfermedades del cuerpo y el alma”. A lo largo de tres décadas “más de 500 jóvenes han participado en la rehabilitación” con la implicación de instituciones y entidades sociales y culturales. 

Un Trabajo de Fin de Grado promete aportar sorprendentes novedades sobre la piedra que contiene un dibujo, así como varios fósiles. Una de las hipótesis se inclina por su posible función protectora en la puerta frente a rayos y tormentas. Un congreso previsto para 2027 pondrá en valor la historia de la ermita y sus feligreses. Entre ellos, la emperatriz Zita.

En corto

Zita

Emperatriz. La última consorte del imperio austrohúngaro residió en el colegio de las Irlandesas en Zalla. Una de sus visitas se produjo en marzo de 2025, una fecha recordad en una excursión de las Jornadas Europeas del Patrimonio. 

Clases

Prácticas. Maristak Zalla y Zarikete Zarigune Kultur Elkartea colaboran en clases de dibujo o música, como con Arrate Zubigaray (clave) y la visita de Jon Gaminde, de Bizkaiko Gaiteroak. 

Congreso

En 2027. Dentro de dos años tendrá lugar un congreso que repasará los histos y hallazgos en el transcurso de la rehabilitación de la ermita de San Pedro Zarikete a lo largo de tres décadas .