¿Dónde se tiran las cáscaras de huevo? ¿Puedo usar bolsas de papel en el contenedor orgánico? ¿El compost crea lo suficiente para renovar una pista de pádel? Estas son solo tres de las preguntas del concurso, con aires muy televisivos, que ha puesto en marcha la Diputación Foral de Bizkaia y que forma parte de una campaña de concienciación. Otros juegos y experiencias con gafas de realidad virtual se incluyen también en esta iniciativa que persigue promover el uso del quinto contenedor y así hacer frente a los datos que indican que, en el territorio, cerca del 40% del residuo que se deposita en el sitio de la fracción resto sigue siendo orgánico...
“Queremos que Bizkaia recicle más y recicle mejor”, resumió ayer la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, en la presentación de este programa llamado A ze marroia / El gran marrón, y cuya referencia es una caravana con un set de televisión que recorrerá 30 municipios. En 2024, la recogida de residuo orgánico alcanzó un máximo histórico de 11.354 toneladas, un 5% más que el año anterior. No obstante, cerca del 40% de la basura que termina en los contenedores de resto es aún materia orgánica, principalmente, se trata de comida que debería dirigirse al depósito marrón para recibir el tratamiento adecuado. “Actualmente, ese material es valorizado energéticamente para producir electricidad, pero el propósito es cerrar el círculo y transformarlo en compost de calidad que pueda emplearse en el propio territorio”, señaló Atutxa.
La diputada de este departamento maneja otro “objetivo claro”: multiplicar por cinco la cantidad separada en origen, pasando de unas 12.000 toneladas actuales a cerca de 60.000 toneladas en 2030. “Este horizonte exige un cambio de hábito notable entre la ciudadanía, motivo por el que la campaña apuesta por una estrategia diversificada y multisectorial”, apuntó la responsable. Así que la Diputación, a través de la sociedad pública Garbiker, tira de dinamismo y talante lúdico para captar adeptos del contenedor marrón en varios frentes: público general, juventud e infancia y hostelería.
La caravana A ze marroia / El gran marrón hará parada en una treintena de localidades de Bizkaia desde el 19 de enero y hasta el 17 de mayo. Pero antes, estará aparcada en el Parque Infantil de Navidad (PIN), con talleres infantiles y juegos de realidad virtual.
“Después, llegará la gran itinerancia”, avanzó Atutxa. El set acogerá concursos para que la ciudadanía pueda poner a prueba sus conocimientos sobre la separación y gestión del residuo orgánico. La propia diputada de Medio Natural y Agricultura y la alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre, se enfrentaron ayer a unas cuantas preguntas... –queda en secreto el resultado final–. Y es que el municipio de Eskuinaldea albergó la presentación de esta iniciativa, que en su paseo por Bizkaia, proporcionará también información sobre los sistemas de identificación y de cierre del contenedor marrón que muchos ayuntamientos están implementando, para facilitar el proceso de adhesión.
En colegios
Por otro lado, se visitarán 20 centros educativos donde se realizarán las experiencias inmersivas en realidad virtual y otros concursos formativos diseñados para fomentar la fragmentación adecuada desde edades tempranas. Y, por su parte, el sector de la hostelería contará con acciones específicas de sensibilización, tanto para los establecimientos como para sus clientes, mediante la distribución de material divulgativo.
La campaña se complementará con contenidos y acciones en redes sociales, así como con la puesta a disposición de una herramienta digital de consulta que permitirá resolver dudas vinculadas al uso del quinto contenedor. De igual modo, la Diputación ha impulsado ya diversas actuaciones para garantizar la capacidad de tratamiento necesaria ante el incremento previsto de residuo orgánico. En este sentido se enmarca la puesta en marcha de la planta de biometanización Metabarri y de las plantas comarcales, como la ubicada en Getxo, destinadas a mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema de gestión de biorresiduos del territorio, a través del tratamiento de la basura y aplicación del compost en la zona en que se genera. Con una inversión de 21 millones de euros y una superficie de 8.300 metros cuadrados, esta instalación de Metabarri producirá gas renovable a partir de la fracción orgánica del contenedor marrón, dando respuesta al incremento previsto de la recogida selectiva en los próximos años: cerca de 60.000 toneladas en origen para 2030.