Las directivas europeas establecen que el coste del tratamiento de residuos no puede ser deficitario; esto es, se debe cobrar todo lo que cueste gestionar cada tonelada de basura. La obligatoriedad se aplica tanto a los ciudadanos, que abonan esa tasa a sus Ayuntamientos, como a estos últimos, a quienes el servicio se lo presta la Diputación. Pese a que tan solo cubre el 63% del coste real del servicio, la institución foral ha decidido congelar para el próximo año la tasa de eliminación de la fracción orgánica, con el objetivo de fomentar e impulsar su recogida selectiva.
La Diputación Foral de Bizkaia tiene ya fijados el precio que tendrán que abonar los ayuntamientos y mancomunidades para el servicio que presta para la eliminación definitiva de los residuos urbanos, que únicamente comprende cuatro tipos de basura. A excepción del orgánico, todos experimentarán un incremento el próximo año: el recogido en masa, la conocida como fracción resto, pasarán de 155,47 euros por tonelada a 169,46; los voluminosos, de 92,24 a 97,77, y los residuos domésticos que se recogen para poder reutilizarse, de 92,47 a 98,02. La subida más acusada, tanto en términos absolutos (13,99 euros más la tonelada) como en relativos (un 8,9%), es la de la fracción resto, precisamente la que se debe reducir en favor de la separación de los diferentes tipos de residuos. La recogida y tratamiento de los residuos domésticos pequeños se encarecerá un 6%, mientras que la de los enseres voluminosos lo hará en un 5,9%. “Mediante el incremento propuesto, se consigue acercar a lo dictado por la normativa aplicable, siendo conscientes de que existe una parte que sigue siendo asumido por la Diputación”, se reconoce en el informe económico del proyecto del decreto que regulará las tarifas.
Coste del servicio
Incluso con esos precios públicos, la cuantía está todavía lejos de cubrir el 100% del coste del servicio. La que más se costea a través de las tasas es precisamente la de la fracción orgánica, un 90,21% de los 81,41 euros que cuesta el tratamiento de cada tonelada y que, para impulsar su recogida selectiva, se ha decidido congelar de cara al próximo año. En el caso de los enseres domésticos de pequeño tamaño, se cubre el 76,6% del coste y un 82,59% de los que se recogen en masa en el contenedor verde. La fracción por la que menos se paga, en relación a lo que cuesta realmente su tratamiento, es la de voluminosos: únicamente un 63% del total.
Con estas nuevas tarifas, Garbiker prevé ingresar 3,4 millones de euros más por el tratamiento de estos residuos, dejando el déficit en 9,6 millones. Un déficit que quedará mitigado en la cuenta de resultados de la sociedad pública con los ingresos de 9,2 millones de ingresos por la encomienda y algo más de un millón por otros conceptos.