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Matxitxako, mucho más que ciclismo

La entidad ciclista de Bermeo consolida su compromiso participando nuevamente en la II Bizkaia Bike con el propósito de recaudar fondos contra el cáncer de próstata

Matxitxako, mucho más que ciclismoMatxitxako

El lado más solidario del Matxitxako Txirrindulari Kirol Taldea volvió a brillar el pasado fin de semana. Lo hizo, una vez más, sobre las dos ruedas y con el objetivo fundamental de sumar kilómetros para avanzar en la lucha contra el cáncer de próstata. Por segundo año consecutivo, el club de Bermeo se unió al reto impulsado por la Asociación Contra el Cáncer en Bizkaia dentro de la II Bizkaia Bike contra el cáncer, una carrera virtual no competitiva que arrancó el día 14 y finaliza este domingo. Su finalidad es visibilizar el tumor más frecuente entre los hombres y recaudar fondos para su investigación.

Este año, la participación del Matxitxako fue especialmente activa. Y es que una treintena de ciclistas, tanto del club como aficionados de fuera de él, se sumaron a la consolidada ruta solidaria diseñada para la ocasión. La expedición partió de Bermeo a las 7.30 horas, con la primera luz del día abriéndose paso entre los montes de Urdaibai, y llegó entre aplausos a la plaza Ezkurdi del municipio de Durango alrededor de las 10.30 horas. Allí, voluntarias de la Asociación Contra el Cáncer de Durango les esperaban con un nutritivo desayuno preparado con variedad de fruta fresca y bebida.

La jornada, sin embargo, no terminaba en el municipio de Durango. Tras reagruparse y recibir a varios ciclistas de Durangaldea que quisieron sumarse al desafío, el pelotón emprendió viaje de vuelta a Bermeo, completando una ruta exigente de 125 kilómetros. El objetivo fundamental no era únicamente completar el recorrido, sino convertir cada kilómetro en apoyo económico destinado a la investigación contra el cáncer de próstata. Lo hicieron 22 ciclistas de principio a fin, aunque muchos otros se incorporaron en distintos puntos del trayecto para aportar su esfuerzo.

Fundado por un grupo de amigos apasionados por el ciclismo

El impulso de esta iniciativa dentro del club lo llevan a cabo Álvaro Santxa y Txema Martínez, quienes coordinan cada año la ruta, la logística y la motivación necesaria para que el pelotón crezca cada vez más. “Queríamos hacer una ruta dura en kilómetros, pero asequible para cualquier persona habituada a andar en bicicleta. Algo integrador, atractivo y capaz de unirnos en torno a una causa común”, explicaron satisfechos con la respuesta los impulsores de la iniciativa.

La participación no termina en esa jornada. Durante el resto de la semana y durante el tiempo que ha durado la II Bizkaia Bike, cada salida del Matxitxako se ha etiquetado con el hashtag #BizkaiaContraElCáncer, de manera que los kilómetros realizados por sus miembros han seguido sumando en la campaña solidaria. La edición del año pasado permitió recaudar un total de 10.000 euros para investigación, gracias a los diferentes patrocinios y al compromiso de los ciclistas. “Este año nos han comentado que esperan superar esa cifra. La verdad que la respuesta de la gente cada vez es mayor. Emociona ver a tantas personas pedaleando con pasión y, al mismo tiempo, apoyando una buena causa”, puntualizan satisfechos con desde el conjunto bermeotarra. 

Visitar todas las sedes

En lo que a la trayectoria se refiere, la relación entre el club bermeotarra y la Asociación Contra el Cáncer en Bizkaia es duradera, y su compromiso va más allá de la campaña actual. El año pasado, por ejemplo, la ruta discurrió desde Bermeo hasta Bilbao y regreso, también con 125 kilómetros de esfuerzo. De cara al futuro, el club quiere consolidar esta jornada solidaria. De este modo, cada año, han decidido visitar cada una de las distintas sedes de la Asociación Contra el Cáncer de Bizkaia. Tras Bilbao y Durango, en el horizonte aparecen las localidades de Ermua, Amorebieta, Ondarroa y Balmaseda. “La idea siempre es hacer una ruta larga, pero abierta a cualquiera que le guste el ciclismo y lo practique con asiduidad. Queremos repetirlo las veces que haga falta y seguir apoyando todos los años esta gran causa”, aseguran ambiciosos.

Pedalear y ayudar

Funcionando de manera oficial desde el año 2007, Matxitxako Txirrindulari Kirol Taldea fue impulsado por un grupo de bermeotarras apasionados por el ciclismo que querían formar parte de un club federado y fomentar la cultura ciclista en la localidad. La entidad cuenta hoy con unos 60 socios, de entre 15 y 61 años, que se reparten entre federados y aficionados. Su propósito no es solo deportivo, ya que también buscan transmitir valores de vida saludable, respeto por el deporte y continuidad generacional en una disciplina profundamente arraigada en la cultura vasca. “Nacimos gracias a la pasión y al empeño de un grupo de bermeotarras que soñaban con un club federado capaz de fortalecer la cultura ciclista en nuestro pueblo, y casi dos décadas después podemos decir con orgullo que ese espíritu se mantiene más vivo que nunca”, aseguran sus responsables.

La entidad comenzó a funcionar de manera oficial en 2007

En la actualidad, Matxitxako Txirrindulari Kirol Taldea tiene una segunda pata tan sólida como la deportiva: la solidaridad. Lo ha demostrado repetidamente con hechos. Desde hace tres años organizan la Serrats Aldapa Xtreme, cada primer sábado de julio, una exigente maratón de montaña integrada en el campeonato de Euskadi de Mountain Bike, que atrae a cerca de 350 participantes por edición y destina íntegramente lo recaudado a causas solidarias. El primer año, el beneficio se destinó a la asociación de enfermedades infantiles de Urdaibai-Eutsi Gogor, Denok Batera-; los dos años siguientes, a Aspanovas y la lucha contra el cáncer infantil. La edición de 2025 seguirá esa misma línea. “Queremos seguir ayudando en todo lo que podamos y hacerlo siempre montados en nuestras bicicletas. Tenemos muy claro que no hay mayor satisfacción que poder disfrutar de nuestra gran pasión y hacerlo además con fines solidarios”, reconocen desde el conjunto bermeotarra.

El calendario solidario del club se completa todos los años con otras citas emblemáticas, como la salida del 15 de agosto a la basílica de Begoña en homenaje al bermeano fallecido Iñigo Pérez; o la tradicional doble ascensión al monte Sollube de los días 31 de diciembre y 1 de enero, dos subidas simbólicas para cerrar y abrir el año con energía, memoria y comunidad. “Nuestro objetivo no es lucrarnos, sino acercar el deporte a los jóvenes y apoyar causas que lo necesitan”, insisten desde el club.

El calendario de salidas es amplio durante el año

Pueblo solidario

Toda esta filosofía resume perfectamente su manera de entender el ciclismo: como herramienta deportiva, sí, pero también como instrumento social. Una muestra de que el municipio de Bermeo no solo es un pueblo ciclista, sino también un pueblo solidario. “Los pedales y la bicicleta siempre van a estar dispuestos a ayudar a cambiar la sociedad, mejorarla y a que Bermeo siga siendo reconocido como un pueblo solidario”, aseguran desde la entidad, decididos a seguir pedaleando hacia un futuro mucho más comprometido.