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Dermatosis nodular contagiosa: "Un único contagio nos puede suponer la ruina"

El sector ganadero de Bizkaia se muestra muy preocupado ante la irrupción de esta enfermedad en el Estado

Dermatosis nodular contagiosa: "Un único contagio nos puede suponer la ruina"Borja Guerrero

El sector ganadero de Euskadi ha visto paralizada toda su actividad debido a la dermatosis nodular contagiosa, una enfermedad que afecta principalmente al ganado bovino. Un hecho que ha provocado la suspensión de todas las ferias ganaderas del territorio hasta el 30 de noviembre por precaución y con el objetivo principal de evitar contagios. En este sentido, los ganaderos se muestran preocupados y aseguran que "toda medida de prevención es poca".

José Antonio Uriarte es ganadero de Zamudio y asegura que este tipo de suspensiones son habituales, pero que en este caso la preocupación es mayor porque se trata de una enfermedad desconocida. "Yo ya tenía cuatro vacas y cuatro burros preparados para llevar a la Feria de Zamudio por los que me iban a dar 1.500 euros en pienso, así que dejaré de ganar ese dinero. Sin embargo toda precaución me parece poca, creo que podemos tener un mes el ganado en casa", apunta.

Aunque en Euskadi no se ha registrado ningún caso, la irrupción de la enfermedad en el Estado y los 17 focos activos que se han detectado en Girona han puesto en sobre aviso a las instituciones y el sector ganadero para evitar males mayores. A diferencia de la enfermedad de la lengua azul o la fiebre hemorrágica, la dermatosis nodular contagiosa resultad desconocida para el sector en el territorio y es por ello que la preocupación es mayor. Se genera por un virus transmitido por un mosquito y produce fiebre, nódulos en la piel, en membranas mucosas y órganos internos, extenuación, inflamación de los nódulos linfáticos, edema cutáneo y en ocasiones la muerte, principalmente de los bovinos.

Consecuencias

Ante estos efectos y la facilidad de contagio, la Comunidad Europea obliga a sacrificar a todo el ganado que haya estado en contacto con el animal enfermo, algo con lo que José Antonio no está de acuerdo. "Yo soy partidario de cerrar la cuadra, que mi ganado no pueda tener contacto con ningún otro ganado, sacrificar la que está enferma y al resto hacerles el seguimiento. Pero eso de que haya ganaderías de 100 cabezas y que por dos casos obliguen a matar a todas, entre ellas vacas estando a punto de parir y terneros de un mes o mes y medio, no me parece bien", explica.

Una medida drástica que pone en riesgo la supervivencia de las explotaciones ganaderas en caso de contagio. "En el caso de detectar algún caso hay que matar todos los animales y quemar todos los elementos que hayan estado en contacto con ellos para que la enfermedad no se propague. Esto supone que el ganadero o ganadera de esa explotación se vaya a la ruina", apunta contundente Jon Intzaurbe, ganadero de Zeanuri.

Dos bueyes de José Antonio Uriarte, a los que también les podría afectar la enfermedad

Más allá de no poder participar en las ferias ganaderas, su día a día también se ve alterado debido a las medidas exhaustivas de limpieza y desinfección que tienen que adoptar. "Todos los movimientos que hagamos tienen que estar mucho más controlados. Tenemos que desinfectar todos los camiones y remolques y tener muchísimo cuidado de a dónde vamos y qué gente viene a nuestra explotación. Esto conlleva mucho más trabajo, tenemos que estar mucho más pendientes de todo", añade.

Responsabilidad y precaución

Ante esta situación y la preocupación generalizada Carlos Ibarrondo, ganadero de vacuno y presidente de ENBA (Euskal Nekazarien Batasuna) Bizkaia, apela a la responsabilidad de todos los actores implicados. "Hay que ser serios y tomar medidas responsables. Hacer únicamente los trayectos que sean imprescindibles y controlar la alimentación, las visitas y los transportes", insiste.

Porque más allá de la mortalidad y las consecuencias clínicas que genera la dermatosis nodular, el hecho de que esté clasificada como exótica en la legislación europea le otorga una categoría A que supone una alta exigencia a la hora de erradicar la enfermedad. "Las medidas que se plantean en caso de una infección son muy drásticas, supone sacrificar a todos los animales que hayan estado contacto con el enfermo. Entonces, sabiendo como se comporta el mosquito y sabiendo que el riesgo está sobre todo en el transporte de los animales, hemos pedido a la administración que sea la Ertzaintza quien se haga cargo de controlar todos los movimientos que vengan desde el exterior".

Un único caso de esta enfermedad puede suponer la ruina para cualquier ganadero

Más allá de adoptar todas las medidas de precaución propuestas por el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, el sector ganadero no tiene otra forma de proteger a su ganado ante esta enfermedad tan contagiosa. “Existe una vacuna, pero según la normativa de la Unión Europea, solo se vacuna a los animales cuando exista un contagio”, explica Koldo Bilbao, coordinador de vacuno de carne y miembros de Lorra, asociación agrícola y ganadera de Bizkaia.

En este sentido el sector ganadero pide que la enfermedad se clasifique de otra manera para poder vacunar a todos los animales antes de registrar un contagio. Por delante tienen un mes en el que deberán extremar todas las precauciones para evitar que la dermatosis nodular se cuele en el territorio y genere contagios y en consecuencia el sacrificio de cientos o miles de animales. 

Esperanza en el futuro próximo

La rápida actuación de las autoridades y del propio sector invitan a la esperanza y esperan que la situación no se prorrogue más allá del 30 de noviembre. “En un mes no pasa nada. En Catalunya están actuando bien y si consiguen controlarlo y evitar que se expanda, será todo un éxito”, asegura Carlos Ibarrondo.

El presidente de ENBA apunta que habrá pequeños problemas derivados de la situación que haya que solucionar como la acumulación de animales en las granjas de leche donde el número de partos semanales es alto. “Las consecuencias que este mes de parón nos pueda ocasionar son muchísimo más leves que las que se pueden derivar de un contagio”, sentencia.

La preocupación entre el sector ganadero de Bizkaia es alta, pero la rápida actuación y la implicación de todos los actores invitan a confiar en que la situación no se agrave y puedan recuperar la normalidad lo antes posible.